LA SILLA DE VAN GOCH
Un carpintero
cuando hace
una silla
no la construye con madera
una silla
no la construye con madera
Cuando la
hace
no
piensa únicamente en su
utilidad.
no
piensa únicamente en su
utilidad.
Por eso
nunca se
interroga si ella
sentaría a la mesa a la ternura, el amor, a la infidelidad,
a la perfidia.
nunca se
interroga si ella
sentaría a la mesa a la ternura, el amor, a la infidelidad,
a la perfidia.
Se pregunta
si n embargo:
¡Cederá
en cambio, ante las embestidas de unos cuerpos desnudos?
en cambio, ante las embestidas de unos cuerpos desnudos?
¿Conocerá
de golpes o ternuras o será, más bien, lecho de gatas?
¡Será algún
día
inmortalizada por alguien,
o vejada
por las tribulaciones hechas peso muerto de muchacha
defraudada,
hombre de quiebra
o incluso anciano,
con ensueños suicidas?
inmortalizada por alguien,
o vejada
por las tribulaciones hechas peso muerto de muchacha
defraudada,
hombre de quiebra
o incluso anciano,
con ensueños suicidas?
¿Sentará,
junto a la mesa, el trigo
del pan o las ligas de la heroína?
del pan o las ligas de la heroína?
¡Ayudará a
un hombre a llorar
o a una mujer mientras hipa?
o a una mujer mientras hipa?
¿Será
porqué de juegos
pretexto de
querellas
o, al contrario,
ocasión de preceptos y conciliaciones?
Beverley Pérez Rego
Canadá.
CARTAS A THEO
"Si algo en el fondo de ti te dice: "Tú no eres pintor", es entonces cuando hace falta pintar, viejo, y esta voz se callará, pero solamente por este medio; aquel que sintiendo esto se va a casa de sus amigos y les cuenta sus penas, pierde un poco de su energía, un poco de lo que mejor lleva dentro. Sólo pueden ser tus amigos aquellos que también luchen contra eso, aquellos que por el ejemplo de su propia actividad estimulen lo que hay de activo en ti. Es preciso ponerse a la tarea con un aplomo, con una cierta conciencia de que lo que se hace es conforme a la razón, así como el labriego guía su carreta o como nuestro amigo que, en mi pequeño croquis, rastrilla su campo, y lo rastrilla el mismo. Si no se tiene caballo, uno mismo es el propio caballo, y esto es lo que una multitud de personas hacen aquí. Hay una frase de Gustavo Duré que yo he encontrado siempre muy bella: "Tengo la paciencia de un buey". Yo veo dentro de ella algo bueno, una cierta honestidad resuelta; en fin, esta contiene muchas cosas: es una verdadera frase de artista. Cuando se piensa en persona en las cuales el espíritu concibe cosas de este género, me parece que los razonamientos que sólo asoman en boca de los marchands de cuadros, a propósito de "artistas donados", no son más que un horrible graznido de cuervo. "Tengo paciencia", que sereno es esto, que digno; tal vez no se diría si precisamente no hubiera todos estos graznidos de cuervos. Es muy ordinario decir: "Yo no soy un artista", incluso pensándolo de si mismo: "¿será posible no tener paciencia, no aprender de la naturaleza a tenerla, a tener paciencia viendo cómo aparece silenciosamente el trigo, crecer las cosas?, ¿será posible valorarse como una cosa tan absolutamente muerta, que hasta se llegue a pensar que ni siquiera se puede crecer más?, ¿Pensaría alguien, por ventura, en contrariar intencionalmente su desarrollo? Digo esto para hacer ver cuán tonto encuentro el hablar de artistas donados o no donados. Pero si se quiere crecer, es preciso hundirse en la tierra. Te digo pues: plántate en la tierra de frente y germinarás; no te seques en el empedrado. Hay plantas que crecen en las ciudades, me dirás; sea, pero tú eres trigo, y tu lugar está en un campo de trigo... No pienso decirte nada nuevo, es lo más mínimo; te pido tan sólo que no vayas al encuentro de ideas mejores que las que ya llevas dentro"
Vincent Van Gogh
Cartas a Théo Drenthe, 1883.
Fuentes: LIbro 3er festival mundial de la poesia. Año. 2006. Venezuela. Caracas.
Revista Participarte. Nº1 Venezuela. Caracas.
porqué de juegos
pretexto de
querellas
o, al contrario,
ocasión de preceptos y conciliaciones?
Beverley Pérez Rego
Canadá.
CARTAS A THEO
"Si algo en el fondo de ti te dice: "Tú no eres pintor", es entonces cuando hace falta pintar, viejo, y esta voz se callará, pero solamente por este medio; aquel que sintiendo esto se va a casa de sus amigos y les cuenta sus penas, pierde un poco de su energía, un poco de lo que mejor lleva dentro. Sólo pueden ser tus amigos aquellos que también luchen contra eso, aquellos que por el ejemplo de su propia actividad estimulen lo que hay de activo en ti. Es preciso ponerse a la tarea con un aplomo, con una cierta conciencia de que lo que se hace es conforme a la razón, así como el labriego guía su carreta o como nuestro amigo que, en mi pequeño croquis, rastrilla su campo, y lo rastrilla el mismo. Si no se tiene caballo, uno mismo es el propio caballo, y esto es lo que una multitud de personas hacen aquí. Hay una frase de Gustavo Duré que yo he encontrado siempre muy bella: "Tengo la paciencia de un buey". Yo veo dentro de ella algo bueno, una cierta honestidad resuelta; en fin, esta contiene muchas cosas: es una verdadera frase de artista. Cuando se piensa en persona en las cuales el espíritu concibe cosas de este género, me parece que los razonamientos que sólo asoman en boca de los marchands de cuadros, a propósito de "artistas donados", no son más que un horrible graznido de cuervo. "Tengo paciencia", que sereno es esto, que digno; tal vez no se diría si precisamente no hubiera todos estos graznidos de cuervos. Es muy ordinario decir: "Yo no soy un artista", incluso pensándolo de si mismo: "¿será posible no tener paciencia, no aprender de la naturaleza a tenerla, a tener paciencia viendo cómo aparece silenciosamente el trigo, crecer las cosas?, ¿será posible valorarse como una cosa tan absolutamente muerta, que hasta se llegue a pensar que ni siquiera se puede crecer más?, ¿Pensaría alguien, por ventura, en contrariar intencionalmente su desarrollo? Digo esto para hacer ver cuán tonto encuentro el hablar de artistas donados o no donados. Pero si se quiere crecer, es preciso hundirse en la tierra. Te digo pues: plántate en la tierra de frente y germinarás; no te seques en el empedrado. Hay plantas que crecen en las ciudades, me dirás; sea, pero tú eres trigo, y tu lugar está en un campo de trigo... No pienso decirte nada nuevo, es lo más mínimo; te pido tan sólo que no vayas al encuentro de ideas mejores que las que ya llevas dentro"
Vincent Van Gogh
Cartas a Théo Drenthe, 1883.
Fuentes: LIbro 3er festival mundial de la poesia. Año. 2006. Venezuela. Caracas.
Revista Participarte. Nº1 Venezuela. Caracas.
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