Elena Vera. (Caracas, 1939-1996). Poeta, ensayista.
Profesora de Literatura y Latín (Pedagógico de Caracas¨), Licenciada en Letras
(Universidad de los Andes), Magister en Literatura Hispanoamericana (Instituto
Pedagógico de Caracas) y en Literatura Venezolana (Universidad Central de
Venezuela). Publicó los poemarios El hermano y el extraño hombre (1959), El
celacanto (1980, premio José Antonio Ramos Sucre),Acrimonia (1981,
Premio Universidad de Carabobo), De amantes (1982), Sombraduras(1988), El
Auroch (1992). PremioAlfonsina Storni (1983) por su poema Huésped,
Premio de la Academia de la Lengua, mención Ensayo, por su trabajo Los
Fabuladores(inédito), sobre novela venezolana contemporánea, Premio Municipal
de Literatura 1986 en ensayo con Flor y canto: 25 años de poesía
venezolana (1958-1983). Presidió la jefatura de las cátedras de Literatura
Venezolana y Literatura Latinoamericana en el Instituto Pedagógico de Caracas.
En la Asociación de Escritores de Venezuela ocupó cargos directivos, entre
ellos el de presidenta. Trabajó de manera constante por la difusión de la
literatura venezolana.
De Amantes.
I
Soy
la amante
No
me mires con desprecio
No tengo el número dos
en la frente
ni
sus besos ansiosos
me han abierto llagas
me mires con desprecio
No tengo el número dos
en la frente
ni
sus besos ansiosos
me han abierto llagas
Soy
la amante
la amante
La que tiene todos los sueños
del mundo
y los secretos.
del mundo
y los secretos.
XI
Todos los días
mi cuerpo tiembla por ti
pero tú
ni te enteras
Duermes plácidamente
en tu cama king-size
abrazados a ella
a tu vieja costumbre
de viejo mueble usado
Te estás muriendo en vida
Te estás cayendo a pedazos
y ni te enteras
mi cuerpo tiembla por ti
pero tú
ni te enteras
Duermes plácidamente
en tu cama king-size
abrazados a ella
a tu vieja costumbre
de viejo mueble usado
Te estás muriendo en vida
Te estás cayendo a pedazos
y ni te enteras
Y mientras tanto
tiemblo por ti
aaaaaaaatodos los días
Yo que soy la vida
Yo
que soy la flor de la maravilla.
tiemblo por ti
aaaaaaaatodos los días
Yo que soy la vida
Yo
que soy la flor de la maravilla.
Huésped.
No me siente usted en su alta mesa
no me tiente con sus manjares delicados
no me dé a beber de ese licor exquisito
no me deslumbre con sus ademanes
no resquebraje la aparente frialdad de mi cuerpo
no entre así, viento terrible, en mis días
no me enseñe el otro lado del poema
no me decrete nuevas emociones
no le conceda otro ritmo a mis noches
no borre la verdad de mis amaneceres
no diga que me ama
tendría miedo a la melancolía de la ausencia
Deme posada en el último cuarto
allí
donde nadie sepa
un sorbo de agua, apenas, para la sed
y sopa caliente para confortar el cuerpo
me iré cuando haya descansado
entraré
suavemente
en la noche
y caminaré bajo las estrellas.