En el lenguaje ordinario, un analista dirá: “El negro es
como un muro de tristeza y de dolor”. En el lenguaje poético, un analista nos
recomendará los versos del gran poeta Federico García Lorca: “Los caballos
negros son…/ Las herraduras son negras…/ Con el alma de charol…/ Silencios de
goma oscura…/”. El lenguaje poético de hoy parece tornarse complejo y no
sencillo cuando debe ir unido.
Nos recuerda el poeta Le Riverend “Yo nunca supe porque
escribo ni mucho menos para qué… Si sé que durante muchos años he cultivado el
verso como una necesidad vital que me impele a seguir emborronando papeles como
al principio en mis lejanos 13 años. Y ya parece que moriré con una pluma en la
mano, buceando en los laberintos de esa gracia llamada poesía”. Desde luego
gran poeta, una gracia con un lenguaje limpio, elegante, digno, libre; la
cúspide de la belleza. El lenguaje de la calle no vale.
La también poeta Carmen Conde ha dicho: “No sólo de pan vive
el hombre. Vive el hombre también de palabras, de hermosas palabras poéticas,
que, como ágiles y expertos astronautas, bucean en el cosmos para descubrir
universos e incorporarlos al lenguaje…”
Se debe tender a un lenguaje fluido dentro de una frescura y
armonía deleitosa o sea, cierta libertad expresiva exornada de una encantadora
sencillez. Una de las cifras valiosas de la poesía venezolana actual, Orlando
Materán Alfonzo, parece conseguirlo: “Te lo diré, amigo / aquí he llegado / por
haber perdido libertad /, por haber señalado / esa injusticia / del niño
huérfano / del hombre que quiere casa / de la mujer que vende sus besos / por
cuatro monedas / que caen sobre su pecho.”
También hay que señalar la gran fuerza en los poetas de hoy
de crear imágenes en las que la humanización de concreciones materiales de
difícil estilización alcanzan la cima poética: “vagina de los fondos marinos /
sacudida que movió continentes / y encrespó al océano / hasta formar montañas /
envueltos en ignífera placenta / Parto… que toma milenios / vomitando fragmentos
/ que formarían tu cuerpo. (Luis Ríos Colón, poeta de Puerto Rico).
Un acercarse por medio de las palabras a descubrir el alma,
el pensamiento; como dice nuestro gran poeta humanitario José Domingo – Santa
Cruz de Tenerife - : “He llenado mi corazón con las sombras de las palabras: /
con el sueño de tus cartas. / Y suenan en mí, sin consuelo, desprendidas. /”
Dicho esto, termino yo, afirmando: “El lenguaje poético es la luz de la vida:
no una montaña oscura de palabras”.
Victor Corcoba Herrero
Poeta – Escritor
España
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