martes, 28 de octubre de 2014

POEMAS DE GRACIELA TORRES






















DE LA CIUDAD

Canto 5

Calles nacidas en la piel de los instantes
en el atardecer de las memorias
hoy mendigo del tiempo
camino a ciegas sin rumbos
y te saludo
Ciudad
Mi ciudad
miro al norte
al sur
Ciudad perdida
en el silencio de los gestos.
Espejismo absurdo
del asombro.
Ciudad absurda
más allá del horizonte ausente.
Ciudad absurda.
Mi absurda Ciudad
donde yace el rostro de los años.
Hoy recién descubierta
te declaro ajena a la visión del sueño.
A veces n en ti me reconozco.
Ciudad
Eres sólo la interrogante de la lluvia
o el canto irreal de este poema.

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USTEDES

Ustedes
Todos ustedes
utilizaron los seres para llegar alto
del dolor y del hombre hicieron andamiajes
y lanzaron sus gritos al vacío.
Los que decían de verdades
disfrutaron del Sol
se marcharon
dejaron confusión y noche
ustedes
olvidaron
nos confundieron el camino
porque si tenían precio
a todos ustedes
la lluvia hermana,
verdad de pueblos que
que no traiciona
que no termina nunca
ha de llegar y hundirlos en parte
de ese mismo olvido.

Graciela Torres
Venezuela.

viernes, 24 de octubre de 2014

SEÑALES PARA LA OTRA PALABRA

SEÑALES PARA LA OTRA PALABRA

A nuestra mesa de redacción llegó este GLOSARIO DE SUEÑOS, cuyo autor es el poeta ANGEL MEDINA RIVERO; con una excelente portada de ORLANDO MATERAN ALFONZO, y una muy expresivas ilustraciones de MARLENE MEDINA DE NAVAS. Este libro, de una gran profundidad y de una extraordinaria belleza lírica, merece los mayores elogios. Para muestra el siguiente poema:











UN NIÑO PERDIDO CABALGANDO SOBRE UN CABALLO – JUGUETE:

¿Por qué no sembrar
lo sublime y lo real
en un huerto infantil
donde la edad no contamine
la pubertad de las flores
al contacto con la animalidad
y el infortunio?

Y que la vida sea
una preclara niñez
cuyos medios de transporte
sean sólo Pegasos
y Rocinantes.























UNA TRILLA Y UNA HOZ ARDIENDO EN EL CORAJE DE LOS QUE SE AHOGAN EN QUEBRANTOS

¿Cómo quieres tú, cielo,
 que corrija mi dolor
si no me das lo necesario para hacerlo,
cuando tu luz y tu sombra
secan el vigor de las flores
y desmedran la pureza de las aguas
y de los vientos?

¿Cómo quieres tú, poeta,
que adorne mis palabras
cuando mi sangre y mis huesos
se tornan en padecimientos?

¿Cómo quieres tú, tierra,
que siembre mis versos en tus surcos
con generosa facilidad
si solo me das tempestad?




UNA TÉNUE LAMPARA EN EL CAMINO DE LA NOCHE DE LOS CUERVOS

Con frágil brillo
en la cúpula de estas soledades,
pugna una incandescencia
de cocuyo herido
para que tú
y yo,
-hermanos de la clara selva-
toquemos levemente
el césped de la calle cotidiana
y de la verde espina.
Toma, pues, los garfios del sueño
que nos mantienen con vida
entre las bestias del bosque,
y únete a la marcha de los solitarios.

miércoles, 22 de octubre de 2014

UN POEMA PARA TODOS LOS DIAS

POESÍA CONTEMPORÁNEA







































































































































































Poesía Contemporánea - M. CELAF
Venezuela.

Ilustracción: José Pardo

sábado, 18 de octubre de 2014

POESÍA MISTICA























LA MADRE MARÍA

I

La prístima virtud que brilla en ella
es bondad de su alma sobrehumana
y la humildad fulgece como estrella
en esta gran mujer venezolana.

Acercarse a su espíritu es fontana
de la gracia de Dios porque en toda ella
refulge la ternura meridiana
que su vida de santa pura sella.

De Santidad total es alto ejemplo
y cuando se la mira en su silencio
es como penetrar en macro templo.

De leyenda y verdad, sueños e historia
por eso yo la admiro y reverencio,
Porque es de Venezuela Excelsa gloria.

II

Santa Madre María, santa y Pura,
con esa sencillez de la violeta
y del alma comada de ternura
e infinita bondad dulce y secreta.

En Choroní, envuelta en la serena
blanca neblina, el corazón amado,
nació a la vida, Madre Santa y buena,
y en esa santidad se ha conservado.

Fundadora de greyes agustinas
pasa por esta vida --- cristalinas
el alma y la bondad --- Madre María.

Y yo tengo el orgullo sin frontera,
--- también orgullo de la Patria Mía ---
de haber visto una santa verdadera.

III

Y aquí está, silenciosa en su retiro
definitivo, fúlgido e inmortal,
cuando, exhalado el último suspiro
más cerca al Paraíso Celestial.

Ya santa y pura en su candor la miro
como dormida en sueño angelical
los ángeles vigilan su retiro
desde esta residencia terrenal.

Vedla callada, silenciosa, ahora,
así se nos ausenta hacia la Aurora
donde Dios le reserva su morada.

Que no muere, es verdad… No la libremos,
pero tampoco nunca la olvidemos
Porque es santa de amor iluminada…!!!!


Pedro Antonio Vásquez
Venezuela.

sábado, 11 de octubre de 2014

12 DE OCTUBRE - DIA DE LA RESISTENCIA INDIGENA













LA FLECHA

Yacente Guaicaipuro, sin sangre ya la mano,
roto el arco que el tiro midió con la centella,
buscando a blancos torvos libérrima querella,
al viento fue la flecha del indio americano.

Y el viento dióle ahora la inexorable huella
que la tendió al encuentro del cazador germano
y ardida al sol del Indio y al sol Republicano,
quedó sobre la cuerda del Arco de la Estrella.

“Allí, junto a los huesos del Soldado sin Nombre,
resplandeció en el dardo la eternidad del hombre
que a Miranda sin tumba da la tumba sin gente;

y encorva, encorva y cierra la luz del Mandamiento
y afirmada en el Arco su vocación del viento,
la flecha del Cacique se disparó al Oriente”.

Andrés Eloy Blanco
Venezuela.

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ELOGIO DE LA LENGUA ABORIGEN

Lengua del amerindio,
Lengua de mis indígenas, elogio
los vivos resplandores de tu cifra
nombradora del mundo fabuloso.

Umbral de lo sagrado y cotidiano,
hondo bosque sonoro,
breña de la cadencia, la liturgia
primitiva de un largo territorio.

De pájaros y seres, contemplados
entre aromas de viajes y retornos
por las navegaciones
donde crecen los peces del otoño.

El dulce silabario persuasivo
de los diálogos tiernos o el enojo
donde moran los árboles del llano,
las crines de los potros.

Los telares cautivos, las colmenas,
el prestigio del musgo, el arco roto,
el hontanar reseco,
la abigarrada luna de los toldos.

Para que el viento gris y la tormenta
con su yugo de polvo
conserven de los dioses la memoria
de preservar las cosas y los tonos.

Más allá de los gestos,
el humo y los indicios, los heroicos
signos visibles: órdenes, sistemas,
claves añejas, clandestinas códigos.

Aunque el extraño pie de la conquista
- el vulnerable monstruo -,
haya sembrado a roble y pergamino,
entre las cortaderas del asombro.

Fundaciones del yelmo , cruz y espada,
tu huerto de palabras, claro arroyo,
lengua del amerindio,
del aborigen verbo guarda el gozo.

Luis Ricardo Furlan
Argentina.

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EL INDIO

Era un pájaro en vuelo
y la mañana
le había dado en su sol
aquel misterio
de ser pluma y jaguar
en el imperio
que desata su ley
en la obsidiana.

Yo no lo vi caer
y soy hermana
de su temprana cruz
sin cementerio,
de su recio perfil
en cautiverio,
de su potro
y su luna
y su campana;
porque pulsó en silencio
su aventura,
porque anduvo en coraje
su agonía
y era un hombre,
no más,
sin armadura.

Yo lo siento crecer
en mi ternura
y levanto en los ceibos
de este día
un agreste clamor
por su figura.

Silvia Puentes de Oyenard.
Uruguay.

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EL HIJO INDIO

Señor, mi alma tiene miedo
de la lluvia, del sol, de las estrellas.
Tú me diste mi nombre y mi sangre
y el cuerpo lleno de violetas y sonidos.

Sobre el adobe gris el sol me teje una guitarra
y mi dulce hijo en la montaña
me está esperando para darme un beso
pero tiene, Señor, mucho miedo.

A veces,
el pobre niño sube hasta el fin de su montaña
y desde allí divisa toda América
y me llama.

Y yo escucho mi nombre desde esa lengua blanca
como si su corazón fuera todo lo que veo
y estuviera solamente en la montaña,
y creo que voy a morir, y muero;
y creo que voy a resucitar, y resucito.

Jaime Reyes Vera
Chile.

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GUAICAIPURO

Como fiera acosada que su cubil defiende
el indio indómito de entre el fuego se levanta
para castigar rabioso al que su choza prende
y hollar sus tierras osa con su planta.

Dispuesto a luchar en su pecho se enciende
la llama del odio, de la furia innata,
y al grito angustioso que en el espacio se extiende
como el traidor se traba en batalla infausta.

Más el invasor es ducho y de alma osada
y sobre la agreste tierra de sangre colorada
ante la astucia del hispano, valiente se inmola.

Y dicen que aquel indio, según cuenta la historia,
héroe valiente que se llenó de gloria
en su diestra blandía una espada española.

Héctor Rafael Gómez
Venezuela