LOS POETAS CANTAN AL ARBOL

ILUSTRACIÓN POR O.M.A

Coro

Al árbol debemos solícito amor
jamás olvidemos que es obra de Dios. (Bis)

I

El Árbol da sombra, como el cielo fe
con flores alfombras su sólido pie
sus ramas frondosas aquí extenderá
y frutos y rosas a todos dará

II

Él es tan fecundo rico sin igual
que sin el mundo sería un erial
no tendría palacios el hombre ni hogar
ni aves los espacios ni velas el mar

III

Ni santuario digno para la oración
ni el augusto signo de la redención
no existirían flores ni incendio ni unción
ni suaves olores que ofrendar a Dios

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EL ÁRBOL DE MI NIÑEZ

"Al árbol debemos solícito amor

jamás olvidemos que es obra de Dios"

Canción que nos enseñaban
El Colegio Salesiano.




Ese Árbol que de niño
llamaba el abuelo
de frondosas ramas
acobijaba las aves
venidos del cerro que
adornaba la Sultana.

Ese Árbol que brindaba
su sombra al patio de la casa.
Árbol con alma de niño
regaba sus frutos
flores y sus hojas
en el lugar donde jugaba.
extendian sus manos de madera
para sentir la lluvia
y a sus pies crecian helechos.

Perfumaba la brisa
para que la gente se deleitara
y supiera que allí estaba.
Legendario, hidalgo caballero de antaño,
ese Árbol ha sido sacrificado
y con él la solariega casona 
que me vio nacer.

Hoy me supongo
que el alma del viejo roble
andara por alli
buscando un alma gemela
ancestral y soñadora.
como la de él.

Mientras observo con melancolía
como en ese solar
han fabricado un edificio
muy alto, mas concreto y acero,
para una ciudad 
que ha cambiado su clima
porque el hombre no quiere 
nada con la natura.

Adiós le he dicho a esa calle
de mi parroquia caraqueña
con el salobre de lágrimas 
sobre mis mejillas
con la sangre en llamas
el corazón en agonía.


Orlando Materán Alfonzo
Venezuela.

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...PERO, TENGO ALAS

Saben que soy la rama quebradiza
y no sé defenderme del hachazo,
saben que frágil soy, aunque rechazo

el mal que en mi costado se desliza.

El hacha que me ataca se eterniza

y el anónimo ser esconde el brazo,

me arrastra la potencia de este lazo

que me obliga a sufrir traidora liza.

¿Por qué yo? ¿Por qué a mí? ¿por qué conmigo?

le mantengo leal a cada amigo,

vengo con la verdad entre mis hojas...

¿Dónde estas, leñador? ¿Por qué me talas?

Mira, aunque soy árbol, tengo alas...

No creas que al talarme me despojas...

Ángeles Amber
España.

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Gráfica: Poeta Manuel Felipe Rugeles

MANIFIESTO DEL ÁRBOL

Cuida siempre de mis nidos

y ramajes floridos,

En mi tronco y mis raíces

no quiero ver cicatrices.

Cuida de mi fruta verde,

pues madura no se pierde.

Si es tu amigo el que me nombra,

recuérdale que doy sombra.

Sálvame del que se empeña

de hacer del árbol leña.

Y del hacha del hachero,

como el rayo, traicionero.

Manuel Felipe Rugeles

Venezuela.

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EL BUCARE

Las hojas son inútiles
las hojas son las vestiduras
El bucare ha arrojado las hojas
y se llena de flores
que son alma
Que se desnude aquel que tenga alma.


Miguel Otero Silva
Venezuela.

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ÁRBOL EN LA LLANURA

El árbol de ramas secas en la sabana
raya como pluma o lápiz el firmamento.

Y piensa para sus adentros
que es una mano interna

la que, en él mismo, lo mueve
a escribir este bucólico poema.

como banda que desplaza
azules y nubes.

de página en página del cielo.
¿Pero acaso sabe él

que esa mano que traza
es la misma que tacha?

También en esto el árbol es humano.
Escribe, escribe y borra.


Juan Calzadilla
Venezuela.


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UN ÁRBOL INCLINÁNDOSE


Árbol en rebelión, con el concuerda
mi espíritu, agitándose a compás
del pueblo oscuro, sin que el ritmo pierda,
pues fiel a su raíz, hacia la izquierda
se inclino a cada instante
más y más.

Germán Pardo García.
Colombiano.