Para Orlando
Compramos cajas
y las llenamos de cosas
como insectos
revoloteamos en ellas
hambrientos de materia
llenando en la substancia
el quehacer de cada día sin pan.
y las llenamos de cosas
como insectos
revoloteamos en ellas
hambrientos de materia
llenando en la substancia
el quehacer de cada día sin pan.
De aquí y de allá nos colgamos
apretamos una tela al cuerpo
y la movemos
de estación en estación
arrepentidos
mientras decimos “si”
a todo
hasta
que la fotografía oscurezca
desapareciendo la cara
que al nacer
se pegó al cuello
con su propio pájaro
para volar.
apretamos una tela al cuerpo
y la movemos
de estación en estación
arrepentidos
mientras decimos “si”
a todo
hasta
que la fotografía oscurezca
desapareciendo la cara
que al nacer
se pegó al cuello
con su propio pájaro
para volar.
Maya Islas
(Cuba)
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Y mientras tanto es una isla en el mar lejos muy lejos
como a las tres de la mañana
leo la poesía de Orlando Materán Alfonso.
como a las tres de la mañana
leo la poesía de Orlando Materán Alfonso.
Ese Sol que me asesina y pienso…
extraordinaria
sentimental
arte
es el oficio de ser poeta.
extraordinaria
sentimental
arte
es el oficio de ser poeta.
Y me pregunto, ¿Qué misterio inexplicable hay en el poeta
encuentro en su poesía esa voz que
trata de expresar lo inefable
y en ella la presencia de Dios en el hombre,
la palabra
que se trasmuta en eternidad.
encuentro en su poesía esa voz que
trata de expresar lo inefable
y en ella la presencia de Dios en el hombre,
la palabra
que se trasmuta en eternidad.
José O. Colón Ruiz
Puerto Rico
1 de septiembre de 1983
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SONETOS
PARA MATERAN
ALFONZO,
EN AMISTAD
ARGENTINA –
VENEZOLANA
1
Vaya argentino abrazo a Venezuela,
encarnada en un bardo; mi ventura
radica en ser de América, la pura,
la dechada, la luz, la voz que vuela;
venezolano el ser, donde se cuela
la mañana celeste, y se aventura
esa configurada criatura
que el vate con su lírica cincela;
es en esa emoción venezolana
que mi argentina cuerda deshilvana
cuanto pueda negarme la fraterna.
canción de la esperanza; para luego
hilvanar la bandera de mi ruego
que habrá de ondear con su palabra eterna.
Carlos Marcelo Constanzo. Buenos Aires. Agosto de 1981.
Argentina.
2
Creo en la paz de América. La mía,
la tuya, Materán, la del olivo
y el pámpano y la fe. Sistema vivo
para una herencia clara de armonía.
Creo en el Continente, y en el día
fraternal, con un ser al que concibo.
lleno de luz, ni torpe, ni lascivo:
el hijo de una América bravía.
Creo en el horizonte que nos vela
como padre feliz. En Venezuela,
bolivariana, crística, sembrante.
Y en ti, mi par, de generosa rama,
el idealista que entre sueños ama
el destino de unión que va adelante.
Carlos Marcelo Constanzo. Buenos Aires. Agosto de 1981.
Argentina.
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