lunes, 5 de agosto de 2019

POEMAS DEL LIBRO PARNASO DE LA GLOSA CUBANA






























NICOLÁS GUILLÉN BATISTA
(Camaguey, 1902- La Habana, 1989)

GLOSA

No sé si me olvidarás
ni si es amor este miedo:
yo sólo sé que te vas,
yo sólo sé que me quedo.

Andrés Eloy Blanco


Como la espuma sutil
en que el mar muere deshecho,
cuando roto el verde pecho
se desangra en el cantil.
No servido, sí servil,
sirvo tu orgullo no más,
y aunque la muerte me das,
ya me ganes o me pierdas,
sin saber si me recuerdas
no sé si me olvidarás.

Flor que sólo una mañana
duraste en mi huerto amado,
del sol herido y quemado
tu cuello de porcelana:
quiso en vano mi ansia vana
taparte el sol con un dedo;
hoy así a la angustia cedo
y al miedo, la frente mustia...
No sé si es odio esta angustia,
ni si es amor este miedo.

Qué largo camino anduve
para llegar hasta ti,
y qué remota te vi
cuando junto a mí te tuve.
Estrella, celaje, nube,
ave de pluma fugaz,
ahora que estoy en tu paz
te deshaces sombra helada:
yo no quiero saber nada;
yo sólo sé que te vas.

¡Adiós! En la noche inmensa
y en alas del viento blando,
veré tu barca bogando,
la vela impoluta y tensa.
Herida el alma y suspensa
te seguiré, si es que puedo;
y aunque iluso me concedo
la esperanza de alcanzarte,
ante esa vela que parte,
yo sólo sé que me quedo.

_____________________


EUGENIO FLORIT SÁNCHEZ DE FUENTES

(Madrid, 1903—Miami, 1994)


HOMENAJE A PALÉS MATOS

Por repartida que vayas
entera siempre estarás.
Aun dándote de mil modos
no te fragmentas jamás.

Luis Palés Matos


Entre las matas del huerto
escondes tu hierbabuena
para no pasar la pena
de ver que la rosa ha muerto.
Ese temor de lo cierto
se adivina entre las rayas
que vas dejando en las playas
para suerte de la brisa.
Y pasas sin darte prisa
por repartida que vayas.

En el mar cerca de casa,
donde se quiebran las olas,
las aguas se quedan solas
en tanto la tarde pasa.
Tú, por ver la luz escasa,
te asomas en el detrás;
y si miro que te vas
con los adioses del día,
en mi sola fantasía
entera siempre estarás.

Deja, déjame que cante
la canción de las figuras
que ponen en las alturas
las neblinas del levante.
Para sentirte constante
me gusta mirar los modos
que vas dejando por todos
los horizontes que besas,
y que con ellos te apresas
aun dándote de mil modos.

Luces de todas las tierras
ven que por el agua partes,
y sin irte te repartes
en las brisas por qué yerras.
No lucen bien, las entierras,
pero las descubres más.
Y así te das y te das
en espejitos dorados,
aunque, si al aire quebrados,
no te fragmentas jamás.

______________________


JESÚS ORTA RUIZ, EL INDIO NABORÍ
(San Miguel del Padrón, La Habana, 1922-2005)

AMOR A CÁNTAROS

Rosada como la aurora,
fresca como las cañadas,
reidora, serena, azul
como los cielos del agua.

Juan Ramón Jiménez

La tarde tenía olor
a yerba y a espiga rubia.
Corría un aire de lluvia
que estaba pidiendo amor.
Nos llevó al campo el calor
cenital de aquella hora;
y donde un ave canora
subrayó la maravilla,
sembré un beso en tu mejilla
rosada como la aurora.

¿Recuerdas? Por la espesura,
cuando comenzó a llover,
nos echamos a correr...
¡Qué dulce el agua, qué pura!
Se inundaron de ventura
nuestras cabezas mojadas;
soltamos dos carcajadas,
y lejos llevó la brisa
la campana de tu risa
fresca como las cañadas.

Bajo un árbol floreciente
cansados nos detuvimos,
nos besamos y sentimos
cómo el agua era caliente.
Me miraste fijamente
envuelta en plateado tul,
y todo lo que me ocul-
taste en tu ilusión callada,
me lo dijo tu mirada
reidora, serena, azul.

Goteaba el árbol. Llovía
besos en tu cabellera,
como si también sintiera
placer por tu cercanía.
Un clavel de fuego ardía
en la humedad de tu enagua,
nos fundió la misma fragua
y licuaron mis anhelos
como el agua de los cielos,
como los cielos del agua.

______________________


YASMÍN SIERRA MONTES
(San Nicolás de Bari, La Habana, 1958)

GLOSAS AL TROVADOR

Curten su acervo versal
cantando el punto cubano
bajo el tejado de guano
y del cielo de cristal.

Fredo Arias


El trovador en albores
sigue afanoso la huella
que nos ofrece la estrella,
talento de astro: rubores.
Su trova suscita honores
al preciso madrigal.
Invocación nocturnal
de su lucidez e ingenio,
voces de todo un milenio
curten su acervo versal.

Su palabra es asidero
de un ingenio desafiante
no es la rima de un instante
es codicia y desespero.
En la bruma yo le espero
y a veces, aguardo en vano
ese conjuro lejano
que enaltece mis entrañas;
renacen nuevas hazañas
cantando el punto cubano.

No se convierte en coraza
lo que su aliento precisa,
su labor es la premisa
que le estimula y le abraza.
Son bardos de pura raza,
extienden a otros la mano...
Fraterno y galante hermano
hace su verso sensible;
es su argumento posible
bajo el tejado de guano.

Asciende lo que germina
e irradia como el espejo.
Su cantar es el reflejo
de lo que juzga y domina.
Su versar nos ilumina
corno lucero de abril.
Su metáfora es atril
y es del repique las claves,
fiel orgullo de las aves
y del cielo de cristal.

____________________


EVARISTO HERNÁNDEZ PRIETO
(Holguín, 1959)


MORADA PARA LA VIDA

En mi pecho detenida
cárcel del mar de la nieve
ofreciendo en su alba breve
morada para la vida.

Serafina Núñez

La aurora que construiste
tal como sol para darme
calor, y para alumbrarme
cuando la noche rompiste.
Fue como al gorrión alpiste,
la tuya para mi vida
y a través de la partida
quedó sin seguir tu paso
la luz que rompió el ocaso
en mi pecho detenida.

Quedó aquel amanecer
guardado sin poder irse,
fuertemente pudo asirse
y no dejarse caer.
Supo así permanecer
desde un espacio tan breve,
apenas ver si se mueve
del ayer hacia el futuro,
quedó fundido en un muro,
cárcel del mar de la nieve.

Siendo una huella quedó
de lo que ahora no existe,
recordar no se hace triste
por esa luz que encendió;
que nunca más se apagó
y sobre el presente llueve
para borrar toda nieve
que congeló la partida
y sigue así, tanta vida
ofreciendo en su alba breve.

La cárcel, el muro, el mar
y aquella luz, y la nieve,
el sol, el calor que llueve,
la tristeza la despertar,
la oscuridad que al llegar
rompiste por la encendida
claridad que a la partida
quedó. De ahora en adelante
se convierte en la constante

morada para la vida.



No hay comentarios:

Publicar un comentario