APROXIMACIONES
A ORLANDO MATERAN ALFONZO
por Roberto Escobar Sanin
Recibí con gentil dedicatoria de su
autor, dos libros «Ese Sol Que Me Asesina», "Selección Poética», del
musageta de Venezuela, residente en Caracas, Orlando Materán Alfonzo, libros
que leí con sumo deleite y de lectura tan valiosa opté por hilvanar esta glosa
al respecto. Orlando Materán Alfonzo es un altísimo apolonida de jugoso
contenido. Su acontecer lírico ha sido muy bien acogido nacional como
internacionalmente. Es un lirida que ama intensamente al pueblo, le escribe
amorosamente. Es un misionero, un ferviente vocero de los sentimientos
populares, de los sentimientos del hombre común. Su poemática está en la
gradería valorativa y definitiva en lo social de Miguel Hernández, Violeta,
Parra, Atahualpa Yupanqui, Neruda, Evaristo Carriego, César Vallejo, García
Lorca, Andrés Eloy Blanco. Este homérida palpita unísonamente con los niños
pobres que miran hambrientos los caramelos tras vitrina. En la poesía de
Orlando Materán Alfonzo cuenta esencialmente el ser humano, porque es un
citareda del orden protestario, confesional, conocedor de la miseria de la
madre del suburbio, de barriada pobre, de la madre campesina, del obrero, del
peón, del carpintero, del zapatero que nos hace los zapatos, que nos calza. Su
devoción y predilección por el ser terrestre es sin fronteras, ilímite. No lo
tortura la formalidad métrica, pues él entrega su mensaje con absoluta y
magnánima libertad, utiliza la expresión corriente, usual, desnuda, descarnada,
limpia, sincera, auténtica, sin retórica, pero de manera lírica hondísima, conceptual.
En sus poemas sociales campea el hombre universal, el hombre del pueblo,
citadino, la mujer grávida con su telúrico dolor.
«Y viene a mí la imagen,
el rostro de la madre,
que allá
en la humilde vivienda,
con el perfil reclinado sobre el costurero,
tejerá su melancolía,
«porque estoy en esta cárcel
donde me juzgan
por algunas palabras
que a mi voz he arrancado,
que al viento he ofrendado?...
¿Cómo empezó todo?...
Te lo diré, amigo,
el rostro de la madre,
que allá
en la humilde vivienda,
con el perfil reclinado sobre el costurero,
tejerá su melancolía,
«porque estoy en esta cárcel
donde me juzgan
por algunas palabras
que a mi voz he arrancado,
que al viento he ofrendado?...
¿Cómo empezó todo?...
Te lo diré, amigo,
aquí he llegado
por haber pedido libertad,
por haber señalado
esa injusticia
de niño huérfano,
del hombre que quiere casa,
de la mujer que vende sus besos
por cuatro monedas
que caen sobre su pecho desierto.
¿Cómo no sentir
esto que quema mis entrañas,
si yo ando por esas calles,
viendo a mitad de la noche
un niño en una acera,
con harapos y tiritando de frío,
una mujer en una esquina
tratando de alquilarme sus besos,
mientras allá en los cerros
se multiplican los ranchos
y bajo los mismos puentes,
donde mil dramas
escalofrian el pecho mismo de Dios?»
por haber pedido libertad,
por haber señalado
esa injusticia
de niño huérfano,
del hombre que quiere casa,
de la mujer que vende sus besos
por cuatro monedas
que caen sobre su pecho desierto.
¿Cómo no sentir
esto que quema mis entrañas,
si yo ando por esas calles,
viendo a mitad de la noche
un niño en una acera,
con harapos y tiritando de frío,
una mujer en una esquina
tratando de alquilarme sus besos,
mientras allá en los cerros
se multiplican los ranchos
y bajo los mismos puentes,
donde mil dramas
escalofrian el pecho mismo de Dios?»
Su poesía es de estirpe vanguardista por
su trascendentalidad, actualidad temática, sinceridad, simplificación del
verso, trata-miento artístico, porque busca su propio sitio por su riqueza original
en el contexto social, universal. A mi modesto opinar y parecer Orlando
Matearán Alfonso ejerce su oficio sacerdotalmente poético con erguida dignidad,
con enhiesto y sostenido alumbra-miento y crecimiento. Su lírica está pletórica
de voces naturales, elementales; sus cánticos ondulan y se mueven, caminan sin es-fuerzo,
con naturalidad, meridiana claridad, diafanidad. Es extraordinario en su
personalísimo estilo, estilo, emocionado, estremecido sin alaridos ni
excentricismos, florido, sencillo, de espléndido colorido, romántico, de fino
temperamento artístico, intensa sensibilidad, alta, profunda, de exquisito
gusto estético. En un sensacional poeta realista, objetivo, centelleante,
rebelde. Mirífico cantor de la fatigosidad de los humildes, de protesta por la
injusticia social, juglar de la cotidianidad con densidad expresiva. Con un
lenguaje directo escribe sus cánticos como «Color de Aconteceres» donde amarga
y dolidamente expresa:
«Palabras y hechos
que sólo hieden
a muerte,
que sólo hieden
a muerte,
a dolor,
a miseria.
`Ay´ de tantos hechos
que sólo han traído guerras,
que sólo han sembrado desolación y miseria.
Dónde está la palabra
que acabe con tanto odio,
con la guerra,
con la miseria.»
a miseria.
`Ay´ de tantos hechos
que sólo han traído guerras,
que sólo han sembrado desolación y miseria.
Dónde está la palabra
que acabe con tanto odio,
con la guerra,
con la miseria.»
Su mensaje poético es una cruda
radiografía de la miseria humana y universal. Es virtualmente un excelente
panida testominialista. En sus poemas existe hondísimo sentimiento, lágrimas,
sangre, hambre, sed.
Como hombre y poeta asume una posición
abierta, vertical, ante la tremenda realidad humana. Sus libérrimas estrofas
son vigorosas, profundas, con etérea musicalidad interior. Es Materán Alfonzo,
un arquetipo viajero de inquietudes ideológicas, líricas, románticas, rebeldes,
pasionales... para irse al encuentro de realidades ásperas y amargas, y
transformarlas en versos de aguda protesta y de rebelde empuje. Como hombre y
poeta se ve reproducido en cada hombre Venezolano, Americano, universal, hace
suyas sus penurias, sus orfandades, carencialidad, esperanzas de redención. En
sus estrofas nos hace recordar a Pedro Bonifacio Palacios (Almafuerte). Los
libros de Orlando Materán Alfonzo son para leerse y releerse varias veces para
regustar su contenido existencial y extraer de ellos el mensaje que este genial
poeta social ha sabido escribir con la cimeridad de la llama que muerde con los
látigos de su fuego la túnica azul del horizonte.
Roberto Escobar Sanín.
Historiador, escritor, poeta, autor de varios textos y
docente universitario.
Colombia.
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