lunes, 23 de septiembre de 2019

DOS POEMAS DEL LIBRO BALADA PARA UNA CIUDAD INSOMNE




EL INDIO

Era un pájaro en vuelo
Y la mariana
le había dado en su sol
aquel misterio
de ser pluma y jaguar
en. el imperio
que desata su ley
en la obsidiana.

Yo no lo vi caer
y soy hermana
de su temprana cruz
sin cementerio,
de su recio perfil
en cautiverio,
de su Potro
y su luna
y su campana;
porque Pulsó en silencio
su aventura,
porque anduvo en coraje
su agonía
y era un hombre,
no más,
sin armadura.

Yo lo siento crecer
en mi ternura
y levanto en los ceibos
de este día
un agreste clamor
por su figura.

SYLVIA PUENTES DE OYENARD
( Uruguay. )







































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EL HIJO INDIO


Señor. alma tiene miedo
de la del sol, las estrellas.
Tú me diste mi nombre y mi sangre
y el cuerpo lleno de violetas y sonidos.

Sobre el adobe gris el sol me teje una guitarra
y mi dulce hijo en la montaña
me está esperando para darme un beso
pero tiene, Señor, mucho miedo.

A veces,
el pobre niño sube hasta el fin de su montaña
y desde allí divisa toda América
y me llama.

Y yo escucho mi nombre desde esa lengua blanca
como si su corazón fuera todo lo que veo
y estuviera solamente en la montaña,
y creo Que voy a morir, y muero;
y creo aue voy a resucitar, y resucito.

JAIME REYES VERÁ.
Chile.



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