EL MONTE EN ITALIA DÓNDE EL ÁNGEL SAN MIGUEL
SE APARECIÓ
CUATRO VECES
María Paola Daud-ALETEIA
Maria
Paola Daud | Dic 15, 2019
La cueva sagrada no fue consagrada por mano humana y
por
eso ha recibido el título de “Basílica Celestial”
En un monte de la provincia italiana de Foggia, Italia, se
apareció el ángel san Miguel no solo una vez sino cuatro
veces desde el 490 al
1656.
Su primera aparición fue a un rico señor del Gargano
llamado Elvio Emanuele. El rico señor, que buscaba a su
mejor toro, lo fue a
encontrar en una caverna inaccesible.
Viendo que era imposible sacar al toro
rebelde sacó su arco
y su flecha para matarlo. Al lanzar el flechazo,
inexplicablemente se invirtió la dirección provocándose él
mismo una herida.
Maravillado ante el inexplicable hecho, corrió a contárselo
al
obispo de Siponto Lorenzo Maiorani. El obispo después de
escucharlo convoco
tres días de oración y penitencia. Al
final de estos tres días San Miguel
Arcángel se le apareció
en un sueño diciendo: “Yo soy el Arcángel Miguel y
estoy
siempre en presencia de Dios. La caverna es sagrada para
mí, es una
elección mía, yo mismo soy su Ángel Custodio.
Allí en donde se abre la roca
pueden ser perdonados los
pecados de los hombres. Lo que aquí se pida en
oración,
será escuchado. Ve entonces a la montaña y dedica la
gruta al culto
cristiano”.
Dos años después hubo una segunda aparición. En 492,
Siponto fue asediada por los barbaros. Fue entonces que el
obispo de Siponto
obtuvo del enemigo una tregua de tres
días durante los cuales se reunió con la
gente en oración.
Aquí el Arcángel reapareció prometiéndoles la victoria.
Alentados por el mensaje, los sitiados abandonaron la
ciudad y comenzaron una
furiosa batalla acompañada por
una tormenta de arena y granizo que cayó sobre
los
invasores. Estos, asustados, huyeron. En reconocimiento a
la gratitud, toda
la población de Siponto subió la montaña
en procesión.
En la tercera aparición en el año 493, el obispo Maiorano,
por orden del Arcángel y en agradecimiento fue a la
caverna para consagrarla
junto con los obispos de Puglia
después de un ayuno de penitencia. Llegando al
lugar el
Arcángel se apareció por tercera vez al santo obispo
anunciando que la
ceremonia de consagración no habría
sido necesaria ya que él mismo ya había
consagrado la
cueva. De esta manera la cueva sagrada permanece hasta
hoy como
un lugar de culto “no” consagrado por una mano
humana y que ha recibido el título
de “Basílica Celestial”.
En el año 1656 fue la cuarta aparición del Arcángel San
Miguel al Arzobispo Alfonso Puccinelli, para liberar a todo el
territorio
sipontino de una temible peste que los aquejaba.
Facebook-Santuario
di San Michele Arcangelo
A partir de ese episodio la ciudad se amplía y se convierte
en uno de los lugares más importante del Gargano.
Millones de peregrinos y
personajes ilustres la visitaron:
papas, reyes, jefes de estados y tantos
santos; san
Anselmo, san Bernardo de Claravalle, san Guillermo de
Vercelli, san
Alfonso Ligorio, santa Brígida de Suecia, san
Francisco de asís (que al no
sentirse digno de entrar en la
gruta, se quedó a rezar sobre el umbral) y por
supuesto
Padre Pío dónde vivía muy cerca en san Giovanni Rotondo.
San Pío
siempre decía a sus fieles devotos que antes de
venir a verlo, primero tenían
que pasar por el arcángel san
Miguel.
Desde 1997 se concede el “Perdón Angélico” a todos los
que
visitan la Basílica Celestial y que se confiesen y reciban
la Santa Comunión
obtienen la indulgencia plenaria
recitando el Padrenuestro, el Credo y rezando
por el Papa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario