Obra de OMA |
EL ARTE Y LAS EMOCIONES
Siempre que se posible, conviene leer hermosas poesías, y al leerlas y aficionarse a ellas, se irá purificando el carácter. Lo mismo sucederá al contemplar una flor, que también purificará el caracter, porque una flor es en cierto modo un pensamiento divino. Al contemplar una escultura magistral, nos fortalecerá y purificará. Por medio del arte ganaremos algo de las virtudes que nos esforzamos en adquirir por arduas labor mental.
Después ocurre otras cosas sorprendente y es que una vez actualizada por completo la naturaleza artística, siempre es el hombre joven y se remonta a la eterna juventud, porque como el arte trata con arquetipos y los arquetipos influyen en nosotros, se acrecienta y renueva la imaginación, de suerte que no puede envejecer el creadoramente imaginativo, sino que como los dioses es perpetuamente joven. También de mística manera, aquel en cuyo interior influye el arte es como los "niños" de quienes decía Cristo "que de los tales es el reino de los cielos"... Desaparece toda impureza adquirida por el contacto con la materia, y el arte confiere inocencia de mente y salubridad de espíritu. Por esto en una particular etapa de la evolución humana se insiste tanto en el desenvolvimiento buddhico del individuo. El hombre debe recobrar la divina herencia que perdió.
por C. Jinarajadasa
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