JOSE
GREGORIO HERNANDEZ CISNEROS
Hoy
se recuerda un nuevo aniversario de la graduación de Médico de José Gregorio
Hernández en la Universidad Central de Venezuela: 29 - 06 - 1888, Doctor en
Ciencias Médicas. Su Tesis, tenía por título:" MEDIOS DE DISTINGUIR LA
LOCURA SIMULADA DE LA LOCURA REAL ", fue aplaudida y vitoreada. Los
profesores y el Rector Aníbal Dominici muy satisfechos con la exposición del
nuevo médico., " en la que podían interrogarlo durante media hora, en
diferentes temas de los correspondientes a los seis años de la carrera de
medicina " El público aplaudía sin cesar, emocionado. Durante sus estudios
de primaria y bachillerato, siempre fue distinguido. Sus padres: Domingo
Hernández Manzaneda y su madre Josefa Antonia Cisneros (había fallecido en
1872) Su padre volvió a casarse. Y por mucho tiempo sintió el dolor de no
aceptar aquella decisión. Su amor por los semejantes y piedad mística, también
esculpieron camino a través del tiempo. Su caridad no tenía límites. Se dedicó
a la oración y sin ser santo hacia milagros con sus pacientes. Colocaba sus
manos en la cabeza y les rezaba, cuando no encontraban las medicinas o no
podían comprarlas. Cuando falleció el 29 de junio de 1919, sus virtudes y su
gran amor por todo lo sagrado en Dios habían aumentado. En muy poco tiempo de
su muerte comenzó su trayectoria de milagros de todo tipo que suman miles y
miles. Trabajo talleres en diferentes Asilos y Casa de Abuelos por la Casa de
Bello. El año pasado se me ocurrió un Taller de Personajes Históricos y en la
Casa Hogar del Carmen, comencé a narrar su vida...el primer día, estoy
exponiendo su foto y sorpresivamente de un árbol que podaba en el jardín del
Asilo cayó el jardinero con la gruesa rama que cortaba de un samán. Corrí con
la imagen se la pasé por encima...el hombre parecía muerto...sangraba por la
boca y dobló una reja de hierro. La altura era de seis metros-(árbol-tierra).
La
Superiora corría a buscar ambulancia y ayuda. Yo rezaba
A los diez minutos despertó diciendo: ¡estoy vivoooo...! Se había partido la lengua y golpe en la espalda, solo contusiones, dijo el médico. Fue otro milagro. La Hermana me abrazó junto con la imagen. Llevé el testimonio a la Iglesia La Candelaria. Son demasiados milagros y milagros, esperamos sean aceptados para su Santificación. Amén.
Hoy
se cumplen 100 años de su deceso.
Paz
a sus restos sagrados.
Gladys Revilla Pérez
Venezuela.
No hay comentarios:
Publicar un comentario