POESÍA MÍSTICA
JUAN PABLO II
De Polonia, la ilustra, ilustre hijo,
en lugar proletario levantado.
En la siembra de paz el mundo ha andado,
lo acompaña en su andar al Crucifijo.
Heroico, ante la muerte no ha temblado,
perdonó al criminal, no lo maldijo.
Su costado sangró, cual la predijo,
por redimir los pueblos del pecado.
Sabio. Profundo en la verdad eterna;
DIOS en su voz es luz y es la paterna
bondad que toda ingratitud humilla.
No obstante, el mundo, ciego voluntario,
negar no puede el Mártir del Calvario
y ante el Papa llorando se arrodilla.
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