Andrés Eloy Blanco, poeta que en vida dio a luz a una obra que señaló a nuestro pueblo, con tan grande sensibilidad, metas a conquistar, caminos de nuevos amaneceres, de intrínsecas y bellas auroras. Porque amó a Venezuela no se mantuvo nunca indiferente a lo que en su tierra acontecía, a la par que amaba el poema sentido, sentía por su pueblo. No sólo fue el poeta cantor de un pueblo. pueblo a quien por lo demás fue su vocero, su defensor sincero, su tributo. Por su capacidad de entrega, porque amó la libertad, porque expresaba en forma cabal sentimientos y anhelos populares en sus versos y en su vida, el pueblo venezolano lo llamó tácticamente: "su" poeta.
Cárceles y destierros no bastaron para que él dejara a un lado su empeño de hacer de ésta nuestra patria, junto al pueblo que tanto amaba y que hoy ama en su descanso, una Venezuela grande, justa, sin opresión, libre. Su pulso latía henchido de nobleza y bondad. "Por mí ni un odio, hijo mío"... Siete palabras con un mundo de sentimientos, de tal sencillez brota la imagen: ¿Quién no amaría tal padre?
"... ni un sólo rencor por mí,
no derramar ni la sangre
que cabe en un colibrí,
ni andar cobrándole al hijo
las cuentas del padre ruin
y no olvidar que las hijas
del que me hiciera sufrir,
para tí han de ser sagradas
como las hijas del Cid."
¿Quién no sentiría en la mente, cuando leemos su poesía, la ilusión de ser hijo para quien habla el poeta? Cuando habla su poesía todos, con sus hijos, somos sus hijos, siendo él el padre, la luz, el guía, el rocío que en el rojo manto de la aurora nos encubre.
Andrés Eloy dijo una vez: "No hay que llorar la muerte de un viajero; hay que llorar la muerte de un camino". Nuestro camino, camino de jóvenes, tórnase brillante con el vasto ejemplo de Andrés Eloy Blanco. Mientras seamos jóvenes, el nombre de Andrés Eloy Blanco, su vida y su poesía, no morirá; vivirá en nosotros.
Rómulo Rodriguez.
Fuentes: Ciclo Ene. Revista Literaria. Ediciones de la Asociación Venezolana de Escritores Jóvenes. Nº1. Febrero - Marzo. Año. 1966. Caracas - Venezuela.
NOTA DE REDACCION: Con la publicación de este trabajo queremos rendir tributo al poeta del pueblo Andrés Eloy Blanco y al periodista Rómulo Rodriguez, miembro fundador de la Asociación Venezolana de Escritores Jóvenes. Autor de dicho artículo quien fue uno de nuestro más destacados miembros. Lamentablemente se nos fué a temprana edad cuando ya decosllaba como Comunicador Social en el diario El Nacional.
La Renuncia. Poema
He renunciado a ti. No era posible
Fueron vapores de la fantasía;
son ficciones que a veces dan a lo inaccesible
una proximidad de lejanía.
Yo me quedé mirando cómo el río se iba
poniendo encinta de la estrella...
hundí mis manos locas hacia ella
y supe que la estrella estaba arriba...
He renunciado a ti, serenamente,
como renuncia a Dios el delincuente;
he renunciado a ti como el mendigo
que no se deja ver del viejo amigo;
Como el que ve partir grandes navíos
como rumbo hacia imposibles y ansiados continentes;
como el perro que apaga sus amorosos brios
cuando hay un perro grande que le enseña los dientes;
Como el marino que renuncia al puerto
y el buque errante que renuncia al faro
y como el ciego junto al libro abierto
y el niño pobre ante el juguete caro.
He renunciado a ti, como renuncia el loco a la palabra que su boca pronuncia;
como esos granujillas otoñales,
con los ojos estáticos y las manos vacías,
que empañan su renuncia, soplando los cristales en los escaparates de las confiterías...
He renunciado a ti, y a cada instante
renunciamos un poco de lo que antes quisimos
y al final, !cuantas veces el anhelo menguante
pide un pedazo de lo que antes fuimos!
Yo voy hacia mi propio nivel. Ya estoy tranquilo.
Cuando renuncie a todo, seré mi propio dueño;
desbaratando encajes regresaré hasta el hilo.
La renuncia es el viaje de regreso del sueño...
Andrés Eloy Blanco.
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