viernes, 29 de noviembre de 2019

COMENTARIO DE LIBRO




LA GENTE DE JULY
Nadine Gordimer



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1981 no fue un año fácil para el país. Faltaban aun diez años para que Nadine Gordimer, la novelista sudafricana obtuviera el Premio Nobel, pero la realidad que estaba golpeando su país en esa inusual transición, la conmovía a diario, y desde su primera obra en el género, de corte usualmente autobiográfica como ella misma lo reconociera, enrolándose en la ancestral costumbre del escritor que se refiere al objeto que tiene más cerca, su propio yo y sus propias experiencias, ya poco o nada quedaba.

Ahora el entorno era el preponderante. La realidad había comenzado a superar la ficción. Sudáfrica estaba patas para arriba. Lo que había sido una ordenada transculturización de un sector europeo instalado en el cono sur del país africano, bajo el dominio de una mínima parte de la población, ahora era un desorden donde todas las estructuras de funcionamiento habían colapsado y quienes ocupaban la parte interna de las vallas instaladas para sostener una división que el mundo conoció con el bochornoso nombre de apartheid, las habían transpuesto y se encontraban dentro de los ghetos blancos que sus ocupantes estaban desalojando con el apresuramiento que era menester, ante las avalanchas de las hordas que ahora no tenían que oponer sus palos y piedras a las balas con que el anterior régimen los mantenía fuera de las zonas “civilizadas”, ya con fuerzas de represión propias o mercenarias contratadas de los países circundantes.

Gordimer había dado noticias de esta transición, haciendo hincapié en que muchos blancos nunca estuvieron de acuerdo con esta forma de trato con el pueblo africano, el que no solamente había sido avasallado en sus propiedades y dominios, sino que además su fuerza de trabajo fue aprovechada brutalmente en las posesiones mineras de los capitales blanco por retribuciones ínfimas que no permitieron su desarrollo como sociedad, y que ahora iba saliendo de una forma de vida para entrar a fuerza de sufrimiento, en otra.

En esta novela, “LA GENTE DE JULY”, la autora puntualiza una situación que determina que al trabajo en ocasiones se le catalogue como novela futurista, queriendo significar que el hecho, como tal, no ocurrió, pero que pudo haber ocurrido.

El sirviente de una familia de Johanesburgo, con quince años de trabajo al servicio de la misma, y proveniente de una aldea distante 600 kms. de allí, que había recibido siempre buen trato por parte de los blancos, ante la imposibilidad de que sus patrones, a quienes siempre llamó “amos”, pudieran abandonar el país, ya que muchas formas de hacerlo no había, estando los puertos tomados por el pueblo africano y habiendo sido derribados algunos aviones que volaban hacia Europa, les propone que viajen con él a su aldea y se refugien allí hasta que las cosas cambien y se pueda pensar en un retorno.

La idea es aceptada por el matrimonio blanco, y llevando sus tres hijos y el asilante, parten en un segundo vehículo existente en la heredad, de una conformación especial que escapaba a todas las clasificaciones conocidas. El viaje que debió durar un día, se hizo en tres para evitar las zonas militarizadas y las constantes requisas de los controles.
A partir del momento en que la familia es instalada en una precaria vivienda de la que se desaloja a la madre de July, la autora, exhibiendo una brillante condición de observadora y dueña de una calidad narrativa de altísimo vuelo, va pintando situaciones, cambios en las relaciones de la pareja alojada, al igual que en la familia anfitriona, del resto de los moradores de la aldea, de la relación del antiguo sirviente que muestra facetas de un dominio propio de morador y cabeza del conjunto grupal.

Es tan minucioso el relato de las situaciones pintadas por Gordimer, que lo ficcional pasa a un segundo plano y el lector acepta la creencia de estar ante una realidad que por su crudeza no ha conocido, pero que entiende como posible.

Es un tanto difícil imaginar un final a medida que la lectura transcurre, pero la autora logra entregarnos una obra que nos anima a decir, no debe dejar de leerse.


Por Jerónimo Castillo.
Argentina.

miércoles, 27 de noviembre de 2019

EL CARIBE; EN EL ALUCINANTE PAISAJISMO DEL PINTOR CUBANO RUBEN CANTILLO





El maestro Rubén Cantillo muestra sus originales obras en el Salón de Arte del Colegio de Abogados, con sede en El Paraíso. 


Por Orlando Materán.


Paisajismo del Pintor Cubano, Rubén Cantillo. Residenciado en Venezuela desde 1990. En estas Obras, octubre - noviembre 2019. Plasma una parte del Paisajismo en el que refleja sus vivencias infantiles y recuerdos del "Macizo Guayanés"; en dónde La Costa Caribeña, La Serranía y arroyuelos se funden en una mezcla pictórica entre el Impresionismo - Realismo-Figurativo, y el Iluminismo convergen. Su Obra Pictórica es conocida en Galerías y Salones de Venezuela y El Mundo; aunque su trayectoria es más reconocida como Profesor en varias disciplinas de “Las Ciencias Humanísticas”.

En Venezuela basta con decir que fue El Profesor Principal de la "Escuela de Animadores Culturales Comunitarios” en la gestión del ministro de la cultura maestro José Antonio Abreu, y de la Dra. Judith Villamediana, directora de Desarrollo Regional del Conac y también del "Programa de Formación Integral Juvenil ", auspiciado por El Banco Interamericano de Desarrollo.  En lo personal he compartido varios escenarios con El Profesor, Gerente, Historiador y Pintor Rubén Cantillo.

En esta oportunidad cobra vigencia la frase de José 
Martí,"...dígase amigo y se ha dicho todo...".





































Serie Paisajismo. Acrílico/Tela. Autor:  Rubén Cantillo 2019.

lunes, 25 de noviembre de 2019

VALORES DE LAS LETRAS VENEZOLANAS




JOSE GIL FORTOUL


José Gil Fortoul




Nació en Barquisimeto (Edo. Lara) el 25 de noviembre de 

1861


Murió en Caracas el 15 de junio de 1943



José Gil Fortoul
Ilustración realizada por Francisco Maduro.

José Gil Fortoul desempeñó diversas funciones como 

abogado, escritor, sociólogo e historiador, destacando 

además por su defensa y justificación del régimen de Juan 

Vicente Gómez, actividad que compartió con personajes 

como César ZumetaPedro Manuel Arcaya y Laureano 

Vallenilla Lanz. Fueron sus padres José Espíritu Santo Gil 

(conocido también como el Pelón Gil) y Adelaida Fortoul 

Sánchez. Recién nacido fue llevado por sus padres a la 

ciudad del Tocuyo, donde transcurrió su infancia y 

adolescencia. En dicha ciudad cursó estudios en el colegio 

La Concordia, el cual era dirigido por el profesor Egidio 

Montesinos.


Prolífico escritor y diplomático

En este instituto obtuvo el 2 de julio de 1880, el título de 

bachiller en filosofía. Luego de esto viajó a Caracas para 

realizar estudios de derecho en la Universidad Central de 

Venezuela donde recibió el doctorado en ciencias políticas 

en 1885. Durante el tiempo que estudió derecho, Gil Fortoul 

asistió bajo la dirección de Adolfo Ernst a clases de historia 

natural y colaboró con el diario La Opinión en cuyas 

columnas sostuvo polémicas ideológicas con algunos 

compañeros de juventud y con autoridades eclesiásticas, 

en especial con el entonces presbítero Juan Bautista 

Castro. Debido a la formación que recibió durante esos 

años, por sus opiniones y escritos fue desde entonces 

identificado como uno de los principales voceros del 

positivismo en Venezuela.


En 1886 fue nombrado cónsul de Venezuela en Burdeos 

(Francia), dando con esto inicio su primera estadía en 

Europa, la cual duró 10 años(1886-1896). La primera etapa 

de ese tiempo europeo de Gil Fortoul transcurrió en 

Burdeos y luego en Hamburgo hasta 1890. Por este tiempo 

publicó "Recuerdos de París (1887)" y "Filosofía 

Constitucional (1890)". Entre 1890 y 1892 se desempeñó 

como Cónsul de Venezuela en Liverpool, publicando en ese 

período los libros "Filosofía penal" y "El Humo de mi pipa", 

inició su colaboración con El Cojo ilustrado. En 1892 pasó 

a París como secretario de la Legación venezolana. Publicó 

un trabajo sobre La esgrima moderna, así como su primera 

novela "¿Idilio?". Dos años después se ocupó, como 

encargado de negocios en Berna, de la representación 

venezolana en Suiza y comienza la publicación de sus 

"Cartas a Pascual". Los años de 1897 y 1898 lo encuentran 

en Caracas. Durante este tiempo escribió en El Cojo Ilustrado y en El Pregonero y dictó conferencias en la Universidad Central de Venezuela sobre temas sociológicos y antropológicos. El 30 de noviembre de 1898, el Gobierno Nacional, por decreto del presidente Ignacio Andrade, le encargó la preparación de una historia de Venezuela destinada a conmemorar el paso del siglo XIX al XX. Gil Fortoul comenzó a desarrollar su texto en Venezuela, pero al poco tiempo decidió trasladarse al exterior para trabajar con más comodidad.

En 1900 regresó a la vida diplomática, primero como cónsul en Trinidad (1900), luego como representante de Venezuela en la Segunda Conferencia Internacional Panamericana de México (1901) y después a Europa, donde ejerció cargos consulares en Liverpool y París (1902-1905). En 1906 cuando se encontraba en Berlín como encargado de negocios, finalizó el primer tomo de su "Historia Constitucional de Venezuela". En 1907, mientras participó en la Segunda Conferencia de la Paz en La Haya, recibió la orden del presidente Cipriano Castro de retirarse de dicho evento junto con el resto de la delegación venezolana. El motivo de dicha decisión por parte de Castro, se debía a que éste se oponía a una proposición de la delegación norteamericana relativa al cobro de deudas y reclamaciones por parte de súbditos de un Estado con otro Estado. Por su parte Gil Fortoul en su rol diplomático, intentó convencer a Castro que abandonar la conferencia sería un error, lo que fue interpretado por la prensa caraqueña como una "insubordinación" a las órdenes del presidente, lo que derivó en que, a su regreso a Berlín, a fines de 1908, fuera destituido. Caído en desgracia ante Cipriano Castro, Gil Fortoul planeó viajar a Argentina para dedicarse a actividades culturales, no obstante, el Gobierno de Juan Vicente Gómez surgido a raíz del golpe de Estado del diciembre de 1908, lo reintegró al cargo de ministro plenipotenciario en Berlín. En 1909 publicó el segundo tomo de su "Historia Constitucional" y preparó su regreso a Venezuela que ocurrió en 1910.
Magistrado y presidente interino

A su regreso a Venezuela, Gil Fortoul se incorporó al 

Congreso Nacional como senador (1910-1911 y 1914-1916), 

destacando además por desarrollar iniciativas destinadas a 

la reformación de la legislación civil sobre los derechos de 

la mujer y el niño, la modificación del régimen matrimonial, la adopción con normas para la emisión de cédulas hipotecarias y para la regulación de los contratos de trabajo. En 1913 Gil Fortoul se encargó de la presidencia de la República, debido a que la Constitución vigente, establecía que al separarse de su cargo el presidente de la República, Juan Vicente Gómez, por estar al frente del Ejército Nacional con motivo de una supuesta invasión de fuerzas castristas, le correspondía al presidente del Consejo de Gobierno, cargo que entonces desempeñaba Gil Fortoul, ejercer la primera magistratura. Miembro fundador de la Academia de Ciencias Políticas (1915), presidente de la Sociedad de Derecho Internacional (1915), Gil Fortoul representó a Venezuela como plenipotenciario ante el Consejo Federal Suizo, en la tramitación del laudo que debía resolver el problema limítrofe pendiente entre Venezuela y Colombia (1916-1924). En esta negociación Gil Fortoul expuso la tesis de obtener un arreglo de la frontera en la Guajira que diera a Venezuela el control total del golfo de Venezuela, a cambio de permitirle a Colombia la libre navegación por los ríos venezolanos, proposición que sin embargo no fue aceptada por la Cancillería venezolana. De nuevo en nuestro país, fue elegido individuo de número de la Academia Nacional de la Historia. En 1931 fue nombrado director de El Nuevo Diario y en 1933, fue enviado a México, como ministro plenipotenciario para la reanudación de las relaciones diplomáticas, interrumpidas desde 1923. Falleció en 1943, cuando preparaba el tercer tomo de su "Historia Constitucional de Venezuela".



Fuentes: https://www.venezuelatuya.com/biografias/jose_gil_fortul.htm

jueves, 21 de noviembre de 2019




LUGAR PARA EL REENCUENTRO (98) LA VOZ QUE ME DESPIERTA

















TOLEDO

Lugar para el reencuentro (98): La voz que me despierta

«No es solo la que llama por las noches, es la voz que pide ser escrita a cualquier hora»

Beatriz Villacañas.


Actualizado:12/12/2018 20:26

Lo que yo llamo «la voz que me despierta», título de mi más reciente poemario, es la voz de la Poesía, que no es sólo la que llama por las noches, es la voz que pide ser escrita a cualquier hora, la que te despierta estés o no dormido, porque es lo que, desde la etimología, desde la palabra «voz», denominamos «vocación»: esto es, una llamada ineludible. Por eso, uno de los poemas es «Llamada» y el otro es «La voz que te despierta»: aquí es la voz de la Poesía la que me habla y sí, me despierta en plena noche.


LLAMADA

Me está llamando el sol, que se está yendo, por encima y debajo de este día. Me está llamando el sol, que está cayendo, y, como yo, no ha muerto todavía. Y me llama la vida y me construye corazón en tormenta, pero amigo, un pájaro voraz que siempre intuye que el astro más lejano está conmigo. Me está llamando el sol, como me llama cada rosa en su aroma quietamente, como me llama el muerto que me ama desde la fuerza viva de lo ausente. Me llama en su secreto cada cosa como al monje le llama la campana, se adentra en mi palabra, que es curiosa, y se abre a la fe cada mañana. Me está llamando, sí, me está llamando una Voz que me canta en cada nota, la que me abre el camino cuando ando, la Voz que no se quiebra ni se agota.


LA VOZ QUE TE DESPIERTA

Llego ahora, aunque no quieras, pues llego de madrugada, pero soy la Poesía y soy quien hace llamadas. Ahora tienes que escribirme y vestirme de palabra, la que yo misma te doy, la que de lejos te llama, tan de lejos y tan cerca, que te respiro en la cara

Te estoy quemando por dentro, pues no se apaga mi llama, ni la mía ni la tuya, que en eso somos hermanas, y en el fuego que te quema se hace más fuerte tu entraña.

Bien sabes tú que soy yo quien despertó a Villacañas, y le despertaba tanto, que a veces, a bofetadas, intentaba liberarse de la voz que le llamaba. Pero en el fondo sabía que era mi médium, mi espada, mi guerrero y mi elegido, así que no se escapaba.

Lo mismo te pasa a ti, así que dame las gracias, que eres su hija y mi hija, y pongo en tu voz mi llama.

No me vengas con el cuento de que ahora estás cansada. Escríbeme, te lo mando, Y aunque me llames tirana, tendrás ya recién paridos algunos versos mañana.

Recuerda que te he elegido, y por eso no te escapas, así que no te me duermas, échale coraje y ganas, ponte a escribirme ahora mismo,
¡Vamos! ¡levántate! ¡anda!


Por Beatriz Villacañas
Toledo. España.

COMENTARIO DE LIBRO




COSAS DE MI PUEBLO Y ALGO MÁS
Ángela Giuliani.



 




























Un arco en el tiempo permite tener sobre un objeto la misma mirada, pero desde un ángulo muy diferente, máxime si el objeto observado tiene una vitalidad y un movimiento propios de su naturaleza, como lo es un pueblo, en este caso el pueblo María Susana, en la provincia de Santa Fe, al que la poeta Ángela Giuliani ha pintado y sigue pintando a través de sus libros “Personajes de mi pueblo”, presentado hace casi una treintena de años en la Feria del Libro, en la ciudad de Buenos Aires, y el que ha tenido nacimiento gráfico en el 2017 en la ciudad santafesina de Rosario, “Cosas de mi pueblo y algo más”.

Estamos ante un bello libro, cuya portada de fondo rojo, en la que el diseño ha incorporado un cuadro conteniendo un violín entre rosas de variados colores, conforma un atractivo paratexto que la editora rosarina “Cuenta Conmigo” ha logrado.

El privilegio de Ángela Giuliani de tener ante sus ojos el objeto de observación durante toda una vida, y ser parte del mismo, le ha permitido a la poeta ir modelando su obra en versos estructurados a la luz de sus sentimientos, de su amor por su familia, por sus amigos, por la magnificencia de ese pequeño gran pueblo santafecino.

No podía si no obtener reciprocidad en este manifiesto cariño puesto en sus versos, tanto de sus convecinos como del pueblo mismo, que se expresa comunitariamente en maravillosa conjunción de gente, casas, calles, lugares, situaciones. Y es así que por iniciativa de las autoridades comunales, se toma un poema de Ángela y se lo convierte en el himno a María Susana.

Esta hermosa iniciativa de adoptar el poema “Himno a María Susana” de Giuliani como himno del pueblo, habla a las claras que el contenido poético está retratando el pueblo de Ángela, está diciendo lo que su gente quiere decir.
Iniciado el camino que las páginas del libro contienen, vemos en un principio que de aquel primer libro de la autora, un abismo de maestría literaria se ha verificado, no cabe duda, porque la falta de publicación no significa que nuestra autora haya desdeñado la pluma para cumplir con otras obligaciones que su casa y su familia le imponían. Al contrario, fue rimando recuerdos, nuevas vivencias, acontecimientos familiares y lo que sus amigos, vecinos, radicados de siempre y los de reciente venida, le sugirieron.
Es éste un libro de vida, de la vida de Ángela Giuliani, pero también de la vida de su querido pueblo “María Susana”.

Si damos cuenta de la labor poética que la autora ha puesto en el libro, nos encontramos con una poesía de exquisita factura, con suaves modulaciones, elogiosa de las virtudes de los personajes a quienes les canta, descriptiva de lo que para ella tiene honda significación, como calles, edificios, parroquia, haciéndonos ver en todo ello que la tranquilidad pueblerina es una de las grandes virtudes que el mundo moderno ha empezado a desconocer.

Donde más se destaca el quehacer de su pluma, es en el canto descriptivo de los sentimientos de amistad, en el recuerdo por las almas que ya no acompañan el vecindario, en los recuerdos que a veces le hacen hablar de desencantos, pero que en el balance final, la cadencia de su poesía consigue un equilibrio que sin altisonancias, logra darnos la mejor pintura de quien, enamorada de su pueblo, de su gente, no ha vacilado en hacerlos conocer al mundo a través de su libro.


Por Jerónimo Castillo.

San Luis. Argentina.

COMENTARIO DE LIBRO




GLORIA FUERTES GARCÍA





















La poesía de la española Gloria Fuertes ha sido esencialmente escrita para niños. Dicho así, simplemente, estamos lejos de imaginar en qué consiste escribir para niños, en especial porque la vida nos ha ido nutriendo de conocimientos que tratamos de incorporar en la estructura, en la temática, en el lenguaje, para conseguir con ello que los lectores, especialmente los adultos a quienes hacemos conocer nuestros trabajos, nos den su valoración.

Ello hace que nos sea dificultoso visualizar el campo de los pequeños lectores en cuanto a su perceptiva, a sus gustos, a encontrar la forma de canalizarles el interés en la lectura, y es un valioso recurso volver a nuestro propio tiempo para recordar cuáles eran nuestros afectos en las lecturas a que tuvimos acceso cuando niños.

Aquí es donde se pone de manifiesto lo difícil que es escribir fácil. La pureza, la sencillez del lenguaje, el continuo llevar de la mano al pequeño lector para que no decaiga su atención, habrá de ser una conjunción que tenga presencia permanente en la literatura infantil.

La extensa trayectoria de la madrileña dentro del género, es la mejor prueba que Gloria Fuertes supo encontrar su público en los pequeños lectores, tanto en lo expresivo de su poesía como en la creatividad cuentística.

Cada uno de sus trabajos demuestran que la niña que fue, se mantuvo incólume durante toda su vida, lo que hizo que generación tras generación fuera nutriéndose desde la primera edad y con las primeras lecturas, en la escritura de Fuertes.

Si bien se conocen trabajos para adultos, logrados con la excelencia de su literatura, la escritora siempre volvió a sus niños, a su público predilecto, a su propia primera edad.

Escribir para niños no es un lugar común entre los escritores, y ello en razón precisamente de la exigencia del género, lo que no fue óbice para Gloria Fuertes, que extendió su producción de literatura infantil por varias décadas.

La humanización de sus personajes, tanto en verso como en prosa, en especial cuando incorporan animales en sus argumentos, -inveterada costumbre entre los literatos que escriben para niños- no estuvo ausente en la escritura de Gloria, pero también allí logró un encantamiento especial que les transmitió a cada elemento de sus trabajos. Solamente con leer los títulos de sus poesías, encontramos que así fue.

Desechamos desde ya rotular a Gloria Fuertes García como la escritora para niños por antonomasia, ya que, si recorremos las páginas de sus trabajos para adultos, encontramos la enjundia de los verdaderos creadores, con lo que nos ha demostrado que pudo manejarse con soltura en la permanencia de su entrega a los pequeños a través de su poesía, como cuando encara su labor para otro público que no son los niños.

Su fortaleza interior la llevó a sortear muchas dificultades. Es de destacar que la vida de la escritora no fue fácil, que ya desde su nacimiento y su niñez en un apartado barrio madrileño, en el seno de humilde familia, hubo algunos faltantes que marcaron el carácter de la futura literata, quien fue incorporándose a la sociedad de la mano de trabajos escasamente remunerados, los que en alguna oportunidad le permitieron un desarrollo de superación, como el caso de la redacción de la editorial donde desempeñó tareas y le permitió codearse con renombrados escritores, algunos fundadores del “postismo”, la nueva modalidad literaria nacida en 1945, que incorporó a la generación del 50, con algunos resabios de la del 36.

Podemos entonces hacer notar que pese la franqueza de su verbo, Gloria fue una constante luchadora a favor de las manifestaciones de paz y estuvo siempre en contra de los regímenes de opresión.

Haberse radicado por más de 15 años en los Estados Unidos, le dio a Fuertes el acento norteamericano de su escritura, si bien con la vuelta a España, retoma el camino de sus raíces literarias.

La escritora ha tenido el reconocimiento del pueblo y los estudiosos españoles. La compañía aérea Norwegian Air Shuttle colocó su foto en el estabilizador vertical de un Boeing 737-800 de la aerolínea, una calle de Madrid lleva su nombre y también se lo ha colocado en pequeñas plazas, en su homenaje.


Por Jerónimo Castillo
San Luis. Argentina.


martes, 19 de noviembre de 2019

DIONISIO AYMARA: UN POETA ENTRE LA TERNURA Y LA COLERA.



DIONISIO AYMARA: UN POETA ENTRE LA TERNURA Y LA COLERA.


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QUIENES PONEN A DIOS POR TESTIGO



Quienes ponen a Dios por testigo
de sus actos de sus maneras de vivir
de acuerdo con el manual de prescripciones
que ellos mismos dictaron
después de haber olvidado
la desnudez de la lluvia
que acaricia los árboles
el viento que arrastra hojas
y palabras dispersas
la cabellera de la mujer
los grandes soles
derramados sobre la tierra.

Quienes ponen a Dios por testigo
de sus actos
de sus pasos a menudo sombríos
no saben que son ellos
los que levantan alambradas
de soledad y falsos testimonios
contra su semejante a quien no aman
y desprecian con toda
la fuerza de su ser
y a quien no se parecen
a pesar del idéntico espacio
en que viven y deben morir sin tregua.

Quienes ponen a Dios por testigo
de sus actos y no escuchan no ven
otros dolores que los suyos
tienen anticipado su castigo:
serán estatuas
convidados de piedra
tal vez ángeles
pero no verdaderos habitantes
de este mundo donde tendrán poderes
luceros congelados
para contar avaramente
pero nunca serán capaces
de ternura y asombro.


Dionisio Aymará
Venezuela.


Biografía

Dionisio Aymará nació en la ciudad de San Cristóbal, Estado Táchira, Estados Unidos de Venezuela, el año 1928 y fallece en Caracas República de Venezuela, el 21 de noviembre del año 1999, cuyo nombre era Jorge Asaaf.

Es un poeta encendido, fulgurante, recio, atormentado, que ahonda en la infrahumanidad de este tiempo sin nombre todavía; de ahí que la temática de su poesía hizo especial referencia a la vida, el destino del hombre, la naturaleza, el amor, la justicia, la ternura, la protesta, la cólera y la muerte.

Con esta última se reunió el 21 de Noviembre de l999, cuando se apagó para siempre. Su obra perdurará en el tiempo y en el espacio. 


Fuente: http://eglycolinamarinprimera.blogspot.com/2015/06/dionisio-aymara.html

lunes, 18 de noviembre de 2019

JUAN MARTIN ECHEVERRIA

































Ilustración del pintor tachirense Jesus Alviarez Hurtado.





JUAN MARTIN ECHEVERRIA


AYER Y HOY DESTINO


libertad
amigos
bohemia
hambre
poesía
—la piel me arde cuando los pienso
aquellos tiempos lejos de aquí
con cada una de mis cicatrices respirando vida

hace más de veinte años que me busco
pero todavía
puedo sentirme solo
y llorar de alegría

no quiero evadirme y menos equivocarme
de país de horizonte o de estallido
—ahora que llueven las balas
quiero que el espesor de un muro me haga compañía

para darle patadas al destino
en forma desmedida

libertad
amigos
bohemia
hambre
poesía poesía poesía


BOCA ABAJO



duermes sobre tu sexo
tus ojos
tus muslos
tu corazón
tus dedos
tu alegría
—sobre me sed


duermes sobre todo tu cuerpo

Y
bajo
una luna amarilla
te necesito más que mis brazos

—el cielo gris que nos golpea es un espasmo y una
madrugada en este negocio insolente y triste de amarnos.



Y
  
Hay gente con sombrero
hay gente con justicia
hay gente con destino
hay gente con miseria
hay gente con cielo roto
hay gente con barriga
hay gente con alarido
hay gente con una que otra tumba


soy todos ellos
y me diferencio por la forma en que sostengo mi paraguas.



Fuente: Antología "Poesía 75". Ediciones "Grupo Escritores de Venezuela".

domingo, 17 de noviembre de 2019

ESPECIAL: SAN JUAN BAUTISTA DE LA SALLE










































BIOGRAFIA


Si San Juan Bautista de la Salle viviera hoy aquí en la tierra abriría los ojos aterrado al ver que la educación se ha secularizado, o sea se ha organizado como si Dios no existiera y sólo se preocupa por hacer de los seres humanos unos animalitos muy buen amaestrados, pero sin fe, sin mirar a la eternidad ni importarle nada la salvación del alma. Porque para él, lo imprescindible, lo que constituía su obsesión, era obtener la salvación del alma de los educandos y hacerlos crecer en la fe. Si no hubiera sido por estos dos fines, él no habría emprendido ninguna obra especial, porque esto era lo que en verdad le interesaba y le llamaba la atención: hacer que los educandos amaran y obedecieran a Dios y consiguieran llegar al reino eterno del cielo.
Juan Bautista había estudiado en el famoso seminario de San Suplicio en París y allí recibió una formidable formación que le sirvió para toda su vida. Fue ordenado sacerdote y por su posición social y sus hermosas cualidades parecía destinado para altos cargos eclesiásticos, cuando de pronto al morir su director espiritual lo dejó como encargado de una obra para niños pobres que el santo sacerdote había fundado: una escuela para niños y un orfelinato para niñas pobres, dirigido por unas hermanitas llamadas de El Niño Jesús. Allí en esa obra lo esperaba la Divina Providencia para encaminarlo hacia la gran obra que le tenía destinada: ser el reformador de la educación.
La Salle le dio un viraje de 180 grados a los antiguos métodos de educación. Antes se enseñaba a cada niño por aparte. Ahora La Salle los reúne por grupos para darles clases (en la actualidad eso parece tan natural, pero en aquel tiempo era una novedad). Antiguamente se educaba con base en gritos y golpes. El padre Juan Bautista reemplazaba el sistema del terror por el método del amor y de la convicción. Y los resultados fueron maravillosos. La gente se quedaba admirada al ver cómo mejoraba totalmente la juventud al ser educada con los métodos de nuestro santo.
No les enseñaba solamente cosas teóricas y abstractas, sino sobre todo aquellos conocimientos prácticos que más les iban a ser de utilidad en la vida diaria. Y todo con base en la religión y la amabilidad.
La Salle empezó a reunir a sus profesores para instruirlos en el arte de educar y para formarlos fervorosamente en la vida religiosa. Y con los más entusiastas fundó la Comunidad de Hermanos de las Escuelas Cristianas que hoy son unos 15,000 en más de mil colegios en todo el mundo. Y siguen siendo una autoridad mundial en pedagogía, en el arte de educar a la juventud. El éxito de los Hermanos Cristianos fue inmenso desde el principio de su congregación, y ya en vida del santo abrieron colegios en muchas ciudades y en varias naciones. Un 15 de agosto los consagró San Juan Bautista a la Santísima Virgen y han permanecido fervorosos propagadores de la devoción a la Madre de Dios.
Al principio algunos le fallaron porque el santo era tan bondadoso que no podía imaginar mala voluntad en ninguno de sus discípulos. Para él todo el mundo era bueno, y por mucho que lo hubieran ofendido estaba siempre dispuesto a perdonar y a volver a recibir al que había faltado. Y tuvo la prueba dolorosísima de ver que algunos lo engañaron y se dejaron contagiar por el espíritu del mundo. Pero luego sus asesores lo convencieron para que no aceptara a ciertos sujetos no confiables y que expulsara a algunos que se habían vuelto indignos. Y el santo aceptando con toda humildad y mansedumbre los buenos consejos recibidos procedió a purificar muy a tiempo su congregación.
Siendo de familia muy rica, repartió todos sus bienes entre los pobres y se dedicó a vivir como un verdadero pobre. Los últimos años cuando renunció a ser Superior General de su Congregación, pedía permiso al superior hasta para hacer los más pequeños gastos. Los viajes aunque a veces muy largos, los hacía casi siempre a pie, y pidiendo limosna para alimentarse por el camino, durmiendo en casitas pobrísimas, llenas de plagas y de incomodidades.
Una vez pasó todos los tres meses del crudísimo invierno, en una habitación sin calefacción y con ventanas llenas de rendijas y con varios grados bajo cero. Esto le trajo un terrible reumatismo que durante todo el resto de su vida le produjo tremendos dolores y las anticuadas curaciones que le hicieron para ese mal lo torturaron todavía mucho más.
En su juventud, por ser de familia muy adinerada, había gozado de una alimentación refinada y muy sabrosa. Cuando se dedicó a vivir la pobreza de una comunidad fervorosa y en la cual, los alimentos eran rudos y desagradables, tenía que aguantar muchas horas sin comer, para que su estómago fuera capaz de recibirle esos alimentos tan burdos.
Su sotana y su manto eran tan pobres y descoloridos, que un pobre no se los hubiera aceptado como limosna.
Su humildad era tan grande que se creía indigno de ser el superior de la comunidad. Estaba siempre dispuesto a dejar su alto puesto y alguna vez que por calumnias dispuso la autoridad superior quitarlo de ese cargo, él aceptó inmediatamente. Pero todos los Hermanos firmaron un memorial anunciando que no aceptaban por el momento a ningún otro como superior sino al Santo Fundador y tuvo que aceptar el seguir con el superiorato.
No se cansaba de recomendar con sus palabras y sus buenos ejemplos, a sus religiosos y amigos que la preocupación número uno del educador debe ser siempre el tratar de que los educandos crezcan en el amor a Dios y en la caridad hacia el prójimo, y que cada maestro debe esforzarse con toda su alma por tratar de que los jovencitos conserven su inocencia si no la han perdido o que recuperen su amistad con Dios por medio de la conversión y de un inmenso horror al pecado y a todo lo que pueda hacer daño a la santidad y a todo lo que se oponga a la eterna salvación.
Pasaba muchas horas en oración y les insistía a sus religiosos que lo que más éxito consigue en la labor de un educador es orar, dar buen ejemplo y tratar a todos como Cristo lo recomendó en el evangelio: "haciendo a los demás todo el bien que deseamos que los demás no hagan a nosotros".
San Juan Bautista de la Salle murió el 7 de abril de 1619 a los 68 años. Fue declarado santo por el Sumo Pontífice León XIII en el año 1900. El Papa Pío XII lo nombró Patrono de los Educadores del mundo entero.



ORACIÓN

Santo educador: tú que recomendabas que se le concediera la máxima importancia a la clase de religión, considerándola la más provechosa de todas en todo colegio y escuela, pídele al buen Dios que la clase de religión vuelva a estar en primerísimo lugar en nuestros centros de educación y no vaya a ser reemplazada jamás por otras asignaturas menos importantes. Y ruégale a Dios que nos envíe muchos y santos y muy fervorosos profesores de religión.


Fuente: https://www.aciprensa.com/noticias/hoy-se-celebra-a-san-juan-bautista-de-la-salle-patrono-de-los-educadores-61549