ALFREDO
SADEL, cuyo verdadero nombre es Alfredo Sánchez Luna, nació
el 22 de febrero de 1930, en la ciudad de Caracas, Estados Unidos de
Venezuela, Parroquia San Juan, cuna de no pocas glorias capitalinas.
Fue uno
de los tres hijos del matrimonio, conformado por Manuel Sánchez Benítez y
Luisa Amelia Luna, quienes le bautizaron como Alfredo.
Cursó estudios de primaria en el Colegio Los Salecianos, y fue allí, donde
comenzó a mostrar sus aptitudes para el canto. Realizó estudios de educación
primaria hasta 1944, cuando abandona la escuela, por problemas financieros de
su familia. Dos sacerdotes amigos de la familia, contribuyeron a impartir
instrucción musical y arte escénico: el padre Calderón y el padre Sidi.
Hacia
los años 60, decide incursionar en el bel canto, con tal propósito, viajó a un
conservatorio de Salzburgo, en donde obtuvo la calificación de "Distinguido" y
con ello, la contratación dentro del mundo artístico europeo; de manera
especial, a lo largo y ancho de la Unión Soviética.
Incluido
en la afamada obra "Cantantes de nuestro Tiempo" reservada
a las máximas figuras del bel canto a nivel mundial. Verdadero cruzado en el
afán de divulgar y popularizar el género operístico a todo lo largo de la
geografía venezolana. Productor de programas de radio y televisión de gran
éxito.Cantante estelar de óperas y zarzuelas.
Reconocido
cantante, compositor y músico popular venezolano. Considerado, el intérprete
popular y lírico más importante, en la historia musical venezolana. Fue
apodado, "El Tenor Favorito de Venezuela". Triunfador
rotundo, artista arrollador y sobrado en el campo de la música popular.
De su
infancia diría: “Aprendí a amar estas canciones de Juan Arvizu, Imperio
Argentina y las que cantaba el mismo Agustín Lara, que encerraban un mundo tan
grande para mi” además fue triste, solitaria y llena de privaciones, bajo la
única responsabilidad, de la madre.
Su
primera presentación fue en la Catedral de Caracas, donde cantó el Ave María
impresionando satisfactoriamente al público. Diversos mecenas ayudaron a su
formación, que empezó en la Escuela Superior de Música de Caracas y continuó a
lo largo de su vida en Ciudad de México, Nueva York, Buenos Aires, Barcelona
(España), Salzburgo y Milán e incluían solfeo, piano, armonía y composición.
Se conoce
que poseía habilidades, como el dibujo y la pintura, siendo sus caricaturas
publicadas en dos medios impresos de la época, hoy desaparecidos como el diario
La Esfera y la revista humorística Fantoches. Posteriormente, estas habilidades
le servirían para trabajar como dibujante en una agencia publicitaria, y con el
ingreso devengado ayudaba a mejorar la situación de su hogar. Así, pudo pagar
la grabación de su primer disco de 78 rpm, con los temas: el bolero Desesperación
y el pasodoble El Diamante Negro, homenaje al torero Luis Sánchez, así apodado.
En esa
época, tuvo la oportunidad, de participar como cantante en una presentación
pública en la que había varios artistas del mismo apellido, y estando de moda
cantantes con su apellido paterno, decidió que era oportuno modificar su
nombre, de tal modo que se le ocurrió tomar la primera sílaba de su apellido
"Sa" y le añadió la desinencia "del", por Carlos Gardel, a
quien admiraba. Es así nació su apodo artístico Alfredo Sadel como se le
conocería en lo sucesivo.
En 1947
ingresa como cantante aficionado a un programa radial en la emisora caraqueña
Radiodifusora Venezuela, y al siguiente año, firma contrato con la empresa
discográfica local Discos Rex, para grabar su segundo disco sencillo. El mismo,
fue grabado en un estudio improvisado en los altos del Teatro Municipal,
contenía nuevamente el pasodoble Diamante Negro y una interpretación
instrumental del Mambo Número 5 de Dámaso Pérez Prado. A pesar, de los
defectos técnicos de esta grabación, fue un éxito de ventas, ya que se vendió
la cantidad de veinte mil copias, lo que marcó el inicio de una ascendente
trayectoria musical,
En 1950
inicia carrera en el cine al participar en la cinta “A La Habana me voy”, con
los cubanos Blanquita Amaro, Otto Sirgo y el argentino Tito Lusiardo. En 1951,
protagoniza Flor del campo, producción con música y argumento venezolanos,
junto a Rafael Lanzetta y Elena Fernán.
En
1952, viaja a los Estados Unidos allí actúa en el teatro Chateau Madrid de
Nueva York, durante trece semanas seguidas, acompañado por la orquesta de
Aldemaro Romero, de quien se hace amigo. Debuta en el teatro Jefferson de Nueva
York, y adquiere gran popularidad. Se convierte en el primer artista venezolano
en actuar en la televisión estadounidense al ser contratado y presentado en
show del presentador Ed Sullivan, y en otros programas exitosos del país, y es
considerado por la prensa como “El artista latino más popular de la
televisión norteamericana”.
En 1955
debutó en La Habana, Cuba, obteniendo gran éxito de modo tal que se le ofrece
la posibilidad conducir su propio programa musical, el cual años más tarde se
adueña totalmente de la sintonía. Ese año graba su primer LP titulado Mi
canción, con el sello RCA Víctor que buscó para la ocasión, el hacerlo
acompañar con una orquesta dirigida por el músico y arreglista argentino Terig
Tucci. Sadel compartió su carrera como cantante con la actividad sindical
artística, promoviendo en 1947 la fundación de la Asociación Venezolana de
Artistas de la Escena.
En
1958, vuelve a los Estados Unidos contratado por la empresa
cinematográfica Metro Goldwyn Meyer. Sin embargo, permaneció un año
recibiendo sueldo y al no serle asignado ningún papel, va a México donde sus
discos lo habían hecho conocido. Allí, participa en el cine en las películas
“El Ratón”, al lado de Raúl ‘Ratón’ Macías y “Tu y la mentira”, con Miguel
Aceves Mejía y Evangelina Elizondo. Posteriormente, renuncia a su contrato
con Metro Goldwyn Meyer.
Regresó
a México en 1960 y participa en la película “Tres balas perdidas” junto a
Javier Solís, Elvira Quintana, María Victoria y Julio Aldama. Actúa de nuevo
con Miguel Aceves Mejía en “El buena suerte”,además de Sara García y de nuevo
con Javier Solís y Julio Aldama, en la película “En cada feria un amor”.
Su
carrera en el cine termina con “Martín Santos, el llanero”, coproducción
Mexicano-venezolana con música de Juan Vicente Torrealba y José E. Sarabia, de
nuevo con Miguel Aceves Mejía. En ella Sadel interpreta el vals "Di",
tema expresivo en que hace gala de su voz. En el elenco aparecen la actriz
mexicana Lorena Velásquez y la venezolana Adilia Castillo.
Desaparece
físicamente, en Caracas Venezuela, el 28 de junio de 1989. Pero, su legado
no concluyó, porque su vida profesional y artística siempre estuvo al servicio
de un propósito: la defensa permanente de la identidad y de los valores
culturales de nuestro continente, la Patria Grande que Soñó Bolívar.
Nota: Alfredo Sadel se distinguió por sus numerosas composiciones de valses, boleros, pasodobles y musica folclórica, donde advertimos su vena poetica. Recomendamos "Golondrinas del Tiempo" y "Para Siempre" entre otras muchas.
Aún oigo de su voz el grave acento
dulce a la vez, y mi pesar mitigo
con su recuerdo. Tengo por testigo
el turpial que es su hermano, que es su aliento.
Porque sigue viviendo. Como el trigo
aún se da con su voz sin desaliento
porque era todo amor y sentimiento,
de la brisa y la rama caro amigo.
La alondra le envidiaba su garganta;
en el viento, en el río creo que canta,
canta en el corazón sincero y tierno.
¿Por qué la muerte silencia al que la vida
llena de luz, de música sentida
y torna el amanecer en gris invierno?
Fuente: http://eglycolinamarinprimera.blogspot.com/2014/03/alfredo-sanchez-luna-alfredo-sadel.html
Fuente: Libro humana lumbre. Autor: Emiro Duque Sánchez. página. 535. poesía ALFREDO SADEL. San Cristóbal. Edo Táchira.