Gloria Pinedo
de Marchena de Stolk, conocida como Gloria Stolk, es recordada
tanto por su obra escrita en los géneros de la poesía, la narrativa y
el ensayo, producto de una formación autodidacta en una época en que la
participación femenina en las letras venezolanas no era frecuente, como por su
destacada labor pública, siendo desde enfermera de la Cruz Roja, hasta
presidenta del Centro Venezolano Americano y de la Asociación Venezolana de
Mujeres.
Con "La casa del viento", autobiografía
novelada o novela autobiográfica –según se prefiera dedicada a su hermano Rowland
Pinedo de Marchena, la autora consigue, echando mano a sus recuerdos de
infancia y adolescencia, plasmar el imaginario de una Caracas de principios del
siglo pasado, en donde la intimidad, tanto en su gradiente hogareño y familiar
como en el erótico y sexual, se imbrica con la historia para estructurar un
relato cargado de reflexión, nostalgia y poesía. Pero, cuando se analiza la vida de un poeta (de un escritor)
que ha seguido el solitario y duro camino de la muerte voluntaria, se corre el
riesgo de ver su creación únicamente bajo la luz que despide la lámpara del
suicidio. (ocurreadiario.blogspot.com)
Más, si tenemos en cuenta que la muerte es un tema
recurrente en la poesía de todos los tiempos, puesto que se trata de un
tópico eminentemente humano: el hombre, con su capacidad de raciocinio, ha
indagado desde los inicios de su historia acerca del porqué de la finitud de la
vida, entonces comprenderemos que es un tema más, aunque fundamental, ciertamente.
Descubrirse en la ingrimidad de su existencia, a la intemperie, es una de las
cuestiones últimas a la que se siente obligado a responder el hombre, el
poeta.
Es lógico pensar que el suicida indaga con más afán que
otros sobre estos asuntos. El riesgo del que hablábamos, entonces, está en
pensar que sólo este es su tema, su obsesión, y que la obra debe analizarse
obligadamente bajo estos aspectos.
Como quiera que sea, estimar la obra literaria de
Gloria Stolk, rica, plena, rebosante de vida, solo desde su muerte,
constituiría a todas luces una equivocación. Quienes sepan de su narrativa
feliz, de exquisita pluma, sabrán que sus dos libros de poemas publicados son
sublimación de los temas de sus relatos y novelas. La muerte, por tanto, tan
solo será parte complementaria de la vida, estadio a ser codificado y superado
desde la escritura literaria.
Nace nuestra autora en Caracas, por decisión del destino, el
18 de agosto de 1912 y muere en esta misma ciudad por voluntad
propia, tras sesenta y siete años de prolífica vida intelectual, el 24 de
febrero de 1979. De formación autodidacta, en una Venezuela en la que la mujer
tenía pocas probabilidades de descollar en el ámbito intelectual, desde muy
pequeña fue una lectora empedernida, ya que el ambiente familiar así lo
dispuso. Aunque careció de estudios sistemáticos universitarios, fue una
destacada periodista de pluma y alma, y llegó incluso a fundar la Escuela
de Periodismo de la Universidad Católica Andrés Bello.
Entre
sus libros debemos mencionar: Bela Vegas, Amargo el fondo, Cuentos del
Caribe, La casa del viento, y los poemarios Rescate y otros poemas y Cielo
insistente, entre muchas otras publicaciones.
Un hecho en su vida, la trágica muerte de su esposo, Teunis
Stolk Mendoza, en 1942,parece haberla marcado y ser el impulso final que
la obligara, primero, a la escritura, en sus colaboraciones en el diario La
Esfera, y en la publicación de su primer libro de poemas el cual llevó la
simple rúbrica "Gloria", y finalmente arrojarse al vacío desde la
ventana de su apartamento en Caracas. Los motivos de tal decisión reposan
en su pecho. Muchos no llegan a explicarse cómo esta mujer, hermosa por fuera y
por dentro, llevara incrustado en alma, este peso, misterio insondable que solo
podrá resolverse en especulaciones.
Lo que sí parece seguro es que la palabra le sirvió para
mantenerse aferrada a la vida, mientras la angustia hacía estragos en su
corazón, ese "cazador solitario" como lo describiera en la
novela homónima Carson McCullers.
De su libro, Rescate y otros poemas, este sintomático
texto:
Esperar
I
Se alarga larga la espera
Como una oscura serpiente,
Dile a la vida que muera,
Que el que muere nada siente.
II
Si he de morir esperando
Y si he de esperar muriendo,
Para qué vivir amando,
Para qué seguir viviendo?
III
Si la vida he de vivir
Con esta sierpe a mi planta,
Y si aún la he de sentir
Que se arrolla a mi garganta,
IV
III
Si la vida he de vivir
Con esta sierpe a mi planta,
Y si aún la he de sentir
Que se arrolla a mi garganta,
IV
Si la angustia de esperar
En sus anillos me apresa,
Si su abrazo me ha de ahogar,
Si su silencio me pesa,
V
Antes que muerta viviendo
Prefiero morir cantando.
Pero... si muero muriendo
Y luego sigo esperando?
Poema: Gloria Stolk -Publicado 25th June 2012
Fuente: http://eglycolinamarinprimera.blogspot.com/2014/12/gloria-stolk-poetisa-venezolana.html