De su nueva Obra "Tiempos de Tatuajes" Suma Poética 1979 - 2013
TATUAJES
Advierto en mi cierto fuego
que incendia la sangre
que prende las palabras
que deja sobre los días
profundos tatuajes.
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ROSTROS EN ASOMBRO
He comprendido
que mirarme en el espejo
me trasnocha
pierdo el tiempo
con tantos rostros
en asombro
con preguntas
sin respuestas.
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YA ES LA HORA
Ya es hora de regresar
a la escritura
pasó el tiempo de la meditación
es hora
de clamar justicia por el hombre
que en cualquier lugar del planeta
tierra
sufre guerras,
muere de hambre
se le cae a piel de pedazos,
se le secaron desde hace mucho tiempo
las lágrimas,
cava sepulturas para sus hijos.
g
r
i
t
a
Y su voz tiñe de rojo el espacio.
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PAISAJE LLANERO
Dulce melodía atrapa el alma mía
viene galopando con el viento
despertando en mí un enamoramiento
por este llano que es todo poesía.
Veo pasar los paisajes y las aves
me brindan sus cantos melodiosos;
un río caudaloso traza un sendero luminoso,
de sus aguas emergen cristalinos resplandores.
mientras que allá en la lejanía
hay mucha gente y algarabía
van arriando el ganado y con alegría
en sus rostros se refleja la querencia
por esta tierra que es pura esencia
donde el hombre impone su presencia.
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LLUEVE
Llueve...
Llevo un paraguas
de esperanas
un abrigo azul de ilusiones.
En mis manos
un ramo de rosas rojas
para la amada
que es toda mi vida.
Llueve...
los pájaros se guarecen
en los umbrales
los árboles extienden sus
brazos y danzan
de alegría:
Llueve...
diviso su figura
que viene a mi encuentro
mi corazón trota como un niño
feliz y enamorado.
Ya estamos juntos
Tomados de las manos...
caminamos...
El cielo nos obsequia
un arco iris
de mágicos colores,
y ya no llueve...
ante su anuencia... nos besamos.
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CARAQUEÑA DE MIS DESVELOS
Blanca ella, cabellos y ojos
negros,
hermosa como una flor;
caraqueña de mis desvelos,
todo un manantial de amor.
Cuando a la ventana asomaba
su rostro primaveral;
mi corazón latía y anhelaba
escuchar su voz matinal.
De la Misa regresaba y
en su andar,
talle de palmera, labios al
natural,
una gracia sin par adornaba su
pasar.
Que querencia la mía, tan cerca que
la tenía,
ella pudo haber sido mía, tan mía,
pero yo no supe hablar, sino amar y
callar.
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CANTO A JOSÉ MARTÍ
Frente a mí la mar serena.
Frente a mí un sol maravilloso.
Un celeste azul se me revela.
Es el lenguaje de la madre natura
que paz y amor infunden en el alma,
bálsamo en las inquietudes
de un poeta peregrino.
Todo se hace propicio para recordar
tu nombre José Martí;
poeta, patriota, amigo,
de la “mano franca… y
la rosa blanca”…
Maestro, apóstol de la libertad,
la trascendencia de tu obra está presente
en la brisa,
en el oleaje que besa las arenas,
en las palmeras,
en esas playas bellas de tu isla
Caribeña.
Acá se enarbolan tus banderas,
se guarda con celo tu historia;
presente estás en la memoria,
de un pueblo bravío,
que abraza tus sueños
y se enfrenta a los avatares
porque tus ideales, José Martí,
han quedado sembrado en los
corazones.
